lunes, 7 de noviembre de 2011

Capitulo 46.

Al día siguiente del numerito del restaurante, quedamos en mi casa. Tenía aún que explicarle que porque nunca le dije que Samuel era su hermano, al fin y al cabo, lo prometido es deuda.
Llamó y entró. Acto seguido se sentó en el sofá, y yo me acomodé al lado de él.

-Y bien - Dijo él - ¿Por qué no me has contado nunca que Samuel es mi hermano?
- Dani, me vas a perdonar, pensaba que no era yo la persona que tenia que decirte algo tan importante... lo siento de verdad, quizás halla sido un error, pero veía necesario que quien te dijera esto tan importante fuese tu hermano..
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Haces bastante. Antes de irnos a Francia. Él me dijo que te diese la carta, pero como tubimos nuestros roces, pensé en guardarmela...
-Dios mio, ¿como coño has podido ocultarme algo así?
-No Dani, no te lo he ocultado. Además, aquí yo no sé que coño pinto. De verdad. Ten un par de cojones y ve ha hablar con él.
-Lo siento Nora.. no quería tratarte asi, lo siento..
-No pasa nada. Imagino que no tendrá que ser el momento, y todo esto, todo esto es muy raro. Pero hazme un favor. Mañana, o hoy, o cuando te de la real gana, ve ha hablar con él. Dos hermanos nunca pueden estar enfadados.
-¿Pero te das cuenta de que somos diferentes? Somos completamente diferentes.
-Pero aveces, los polos opuestos, son almas gemelas. Miranos, ati y ami. Tan juzgados, tan hablados. Y miranos, nos queremos. Tanto que no sabría describirlo. Aveces la vida tiene sorpresas, y las sorpresas hay que saber cuándo vienen. La tuya está aquí. Échale un par de cojones y mañana por la mañana ve ha hablar con Samuel. Por favor.
-Esta bien.. - Después de todo esto, él se levantó, se iba.

Ahora sí. Ha pasado tanto tiempo que llevo esperando este momento, tantísimo tiempo que estaba esperando que Samuel y Dani supiesen que son hermanos. Que aunque se odien, que aunque son completamente que les une, que detrás de todos los problemas y los pros  y contras que halla entre ellos, hay algo que les une: Esa sangre que comparten. El corazón que late, lleva la misma sangre..

Y apartando este tema, pienso. ¿Cómo pueden cambiar tanto las cosas?
Nada es igual, hace un año, era una cría, una niña con la cabeza en a saber donde, con una vida pensada al mínimo detalle, planeando cada gesto, cada movimiento. Ahora no. Ahora me ha demostrado el tiempo que nada se puede demostrar, ni planear. Ahí es donde entra el destino, ahí es donde te dice que ¡QUIETA! Que todo cambia, que todo, totalmente todo, es diferente a lo que parecia ser.

Estaba sola, en mi casa. Tumbada en el sofá, relajandome de aquella incómoda conversación que había mantenido con Dani. Sonó el timbre de mi casa. Me puse mis zapatillas de estar por casa y me levanté del sofá. Me dispuse a mirar por la mirilla. Algo me sorprendió. Un hombre completamente desconocio había pulsado mi timbre. Estaba llamando a mi casa. Abrí la puerta.

-Supongo que serás Nora. - Dijo el hombre antes de que yo dijese nada.
-Sí, soy yo.
-Lo siento. Tengo malas noticias para usted.
-¿Qué?
-Tu padre ha sufrido un grave accidente. Ha muerto en el acto.

Mi cara se transformó mientras aquel señor, totalmente desconocido, pronunciaba aquellas temidas palabras.

-¿Discúlpe? - No entendía nada.
-Lo siento. Me han encargado decirselo. Su madre esta en el tanatorio.
-¿Pero que me está diciendo, señor? ¿Está bromeando, no?
-Lo lamento.

En ese momento, todo el mundo, todo aquello que me rodeaba se me vino abajo. Parecía que todo lo que me habia pasado al lado de eso, no era nada comparado con lo que me esperaba. ¿Mi padre? ¡MI PADRE! Aquel hombre que apostaba el cuello por su hija sin dudarlo, aquel hombre que me defendía en cualquier momento. Aquel hombre, había dejado de respirar.
Me decidí quedarme sentada en el sofá, estaba en estado de shok. No podía respirar, no podía parpadear, todo era demasiado increíble para ser verdad.

Después de un rato, sentí como alguien intentaba encajar la llave en la cerradura de mi casa. Ni siquiera me inmuté, no creo que sirviese en ese momento de nada.

-¡Nora, cariño! - Era Vane. Venía sola. Ella siempre sabia cuando la necesitaba. Y ahora, mas que nunca, necesitaba que sus relajantes palabras me tranquilizasen. - Lo siento, de verdad que lo siento.
-No sé, ¿Qué ha pasado, Vane? ¿Qué coño ha pasado?
-Todos sabemos que el momento más temido para las personas, va a llegar. Tarde o temprano.
-¿Pero porqué ahora? Todo comenzaba a ir bien. Acabo de venir de Francia. No me ha dado tiempo ni ha disfrutar un poco más de él. ¿Por qué Vane?
-Supongo que es porque la vida es asi de puta.  - Esta vez, ni las palabras de Vane me tranquilizaban.

Estaba comenzando a llover. Vane me dijo, que Adri estaba en el coche, con Sara. Que me vistiese y que me acercaban al tanatorio.
Supongo que jamás es fácil perder a un padre con 18 años. Bueno, en realidad supongo que jamás es fácil perder a un padre o a un ser querido. Pero, esa pregunta, ¿Por qué ahora? Si se supone que ahora iba a comenzar a ir todo sobre ruedas...
Subí a ponerme el primer chandal que encontré. Tampoco tenía muchas ganas de arreglarme mucho. Era penoso todo esto que estaba pasando.

Me monté al coche, mis ojos estaban rojos, no podía derrochar mas lágrimas. Es que, no puedo explicar como me sentí en ese momento. Pero supongo, que con la frase "No es fácil" es lo que mas se acerca a la definición. Bueno, eso y "Quiero morirme, irme con él."

Estaba comenzando a llover. Por el retrovisor del coche, ví a un chico en moto, con una chaqueta de cuero. Todo eso me trajo mejores recuerdos.

-Para Adri, por favor. Es Dani. - Le exigí.

Bajé del coche, y parecía que empezó a llover más fuerte. Dani me abrazó. Fuerte, muy fuerte, como jamás nadie habia echo.

-Nora, sé que ahora mismo un lo siento no sirve de nada. Ahora mismo que te digan lo siento o que siempre estará contigo o simplemente cosas así no servira de nada.
-Pues no, sinceramente. - Contesté a su frase.
-No sé que decirte.. simplemente que tienes que ser fuerte...
-Dani, lo siento. No puedes pedirme ahora, en este mismo momento, cuando hace hora y media que me he enterado de que mi padre se ha muerto. Que mi madre está en el tanatorio, destrozada, y que yo.. estoy debajo de la lluvia, de frente al chico que quiero, y que eso, ahora mismo, me da exactamente igual. Sólo quiero ir a ver a mi madre, a mi familia, a quien de verdad ahora me necesitan. Por eso mismo, os pido que por favor, me acerquéis y os valláis.

Después de mi largo discurso, Dani se quedó callado. Adrian me abrió la puerta, y me metí de nuevo al coche. Dani montó en su moto y se decidió a irse de nuevo a su casa.

Llegamos y allí estaba mi madre, tirada en el suelo, llorando desconsoladamente y pidiendo porfavor que la dejasen en paz. Esas imágenes me destrozaron. Me dieron una razón mas para que mi vida fuese una mierda. Una gran y enorme mierda.
La abracé, nos tiramos las dos al suelo, y la abracé. No podía creerme que esto estubiese pasando. Era demasiado miserable, demasiado malo para ser verdad.

Nos levantamos y fuimos a la habitación donde estaba el cuerpo de mi padre. Al entrar, mi madre me dio su bolso, y fué inmediatamente a abrazar al cuerpo de mi padre.

Había tanta gente, monitos de repetición diciendo todos que lo sentían, gente disfrazada de negro, diciendo palabras convencidos en que iban a cambiar la opinión de las personas. En ese momento veía todo tan realmente increíble, que ni las buenas obras que veía hacer a la gente, las veía bien.

Lo único que veía para escapar de eso, era ir al baño. Y así lo hice. Con el bolso de mi madre en la mano, fuí a el baño, a darme hostias, a decirme que la vida es demasiado dura ya de por sí como para quitarme a una de las personas que mas quería. Antes que cualquier otra persona.

Sin querer, se me calló el bolso de mi madre y se abrió. Entre todas las cosas que había, ví una caja de pastillas. Puede que fuese la acción mas cobarde. Puede que no. Saqué una tableta de pastillas. Me las tragué todas. A partir de ese momento no recuerdo nada.

( 2 DÍAS MAS TARDE )

-Parece que ya está despertando. - Oía la voz de una mujer, parecía tener poco mas de 30 años. - Dadle 10 minutos, y estará lista para atenderos.
-Nora, ¡NORA! . - La voz de Dani, me despejó.
-¿Qué pasa? Que coño a pasado?
-¿Eres imbecil? Has visto lo que casi consigues? Casi te mueres. Casi te vas detrás de tu padre.
-¿Ah si? ¿Y porqué no lo he echo? Eso es lo que quería.
-¿No te das cuenta? Ahora mismo estas demostrando ser una cobarde. Desmostrar que no tienes las narices que tu me hiciste demostrar que tenía cuando me enteré de que mi hermano era aquel con el que me pegué por la persona que quiero. Esas narices que tienes que demostrar ahora tener, para que tu madre no se hunda en la miseria, para que Vane no te vea como una mierda, para que yo tenga una razón para sonreír. ¿A dónde coño pretendías llegar tomandote una tableta de pastillas? Sólo quiero decirte, que si querias morirte, no lo has echo. Porque tienes aún una meta en esta vida. Compartir una vida entera conmigo, y eso aún, no lo has echo.
-No quiero hacerte el tio mas infeliz del mundo.
-Sólo con que te hallas despertado, me has echo el hombre mas feliz del mundo. Asique, ahora, no te pido que sonrias, no te pido que saltes de felicidad. Sé que no podrás. Pero simplemente, apoyar a tu madre, que estoy seguro de que está igual que tú, y que jamás se le hubiera pasado por la cabeza lo que has echo tú.
-¡HIJA! - Gritó mi madre trás Dani decir esas palabras.
-¿Ves? - Susurró Dani. - Ahora hazla feliz, dos minutos. Y ami también me harás feliz.
- Hija, que susto nos has pegado a todos. - Mientras que mi madre me decía eso, Dani se retiró un poco. - No podía imaginarme mi vida sin las verdaderas personas que me sacaban una sonrisa a diario.. Nora, por favor, no vuelvas ha hacer esto. Sé que es dificil, tanto para tí como para mí, pero esto no ... porfavor.
-Mamá, lo siento. No sé en que pensé, creo que era demasiado agobio para mi, ver que mi vida ya no sería una vida con mi padre..
-¿Te piensas que yo no he pensado igual que tú? ¿Piensas que yo no he pensado en acabar con todo? Pero eso es de cobardes - Mi madre lloraba a mares mientras me decía eso. - Tu padre no quiere ni que tu ni que yo seamos unas cobardes, asique, ven, agárrame la mano y dime porfavor, que saldremos juntas de esto. Por favor.
- Se supone que esto te lo tendría que esar diciendo yo ati mama.
- Da igual, te lo digo yo ati. Júrame que jamás me vas ha abandonar.
-Te lo juro mamá. Lo siento.

A Dani se le dibujó una sonrisa . Al fin y al cabo, tenían razón. Morir de aquella manera, hubiera sido una forma muy cobarde de acabar con todo, a mi padre no le hubiera gustado eso.

( Mes y medio meses después )

Ha pasado un mes y medio desde la muerte de mi padre, y desde yo estar al borde de ella. Ahora todo lo veo diferente. Esto me ha echo madurar. No, no puedo decir que soy feliz, que he superado el levantarme y no ver a mi padre saludarme. Pero al menos lo intento, hacer feliz a mi madre.
Gracias a Dani, y a Vane, poco a poco lo voy consiguiendo. Poco a poco, estoy superando todo esto, consiguiendo cada día sonrisas nuevas, consiguiendo. Como veréis, mi vida a cambiado completamente.

-Nora, amor. - Era Dani. - Sonríe. - Estaba jugando al baloncesto con Adri, en el patio de mi casa, mientras yo observaba la nada, y mi madre leía los diarios de mi padre, y mientras lloraba a mares.
-Lo intento, gracias a ti.

Sinceramente, he aprendido a lo largo de la vida, que hay muchos palos, te llevas muchas hostias. Demasiadas. Pero también he aprendido, que no puedes ser cobarde, y que porque una persona tan importante como lo es tu padre, se esfume de tu vida, tengas que desaparecer tu también. No, no puedes. Tienes que continuar, tienes que sonreir, tienes que echarle un par de narices, y demostrarte ati misma que el mundo sigue, y no va a esperar a que tu seas feliz para continúar su curso.

2 comentarios:

  1. http://pararseapensareneltiempoperdido13.blogspot.com/http://pararseapensareneltiempoperdido13.blogspot.com/
    ¡TESIGO SIGUEME!:D

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