jueves, 30 de junio de 2011

Capitulo 33.


Capitulo 33.
-Discúlpe. - Dije dirigiéndome a la señora.
-¿Sí?
-¿Cómo se llama su hija? - Pregunté trás un silencio.
-Me llamo Ainoa. - Me dijo la niña.
-¿Por qué? - Preguntó su madre.
-Es que no me lo había dicho antes.
-Está bien. Encantada. - Decidió decir la mujer.
-Igualmente. Dije.
Miraba por la ventana del avión, mirando de reojo a Ainoa y a la mujer.
Yo seguía escuchando música y con la enfáis dentro del cuerpo. Me quité un momento los cascos para oír lo que decía la azafata.
-En diez minutos, aterrizamos.
Me empecé a abrochar la chaqueta y a cojer todo que durante el viaje había tenido conmigo. Ví que a Ainoa, la niña, se le había caído una pulsera. Fuí a darsela, pero levanté la cabeza, y ellas dos no estában allí.
Aterrizamos y salimos en orden a coger nuestras maletas. Las había perdido totalmente. Empecé a buscarlas por todo el aeropuerto y preguntando a la gente por si acaso las había visto.
En ese momento, las ví un segundo, eché a correr pero de nuevo las perdí.
Me decidí a sacar el mapa que tenía para llegar a mi piso de estudiante. Llevaba todas las maletas a cuestas, todo.
Llegué hacía donde ponía en aquel papel. Era un edificio antiguo de París. Subí las escaleras y acomodé todas mis cosas. Después, me fuí a pegar una ducha fría.
Pero toda la tranquilidad terminó cuándo abrieron la puerta.
-Ahhhhhhhhhhh! - Pegué un grito.
-Oye, está bien... ¿Quieres taparte? - Era un chico. Creo que sería mi compañero de piso.
-Pero... ¿hablas español?
-Sí, soy de España. Pero tápate y te explíco.
-Está bien. - El chico no se movía de dónde estaba. - Oye, esto... podrías intentar quitarte las manos de la cara y ir al salón. Creo que estaría mucho más cómoda para poder cambiarme.
-Esto, si. Claro. - Cerró la puerta - Soy Álvaro. Encantado. - Dijo trás la puerta
-Yo Nora. - Dije hacíendo maniobras con la ropa-
-¿Qué haces aquí?
-¿No te han informado? Vengo a estudiar periodismo.
-¡No! Ya somos tres en el piso entonces... ¡CLARO! Ya entiendo...
-¿Qué pasa? - Dije yo abriendo la puerta.
-Esto... - El chico no paraba de mirarme el escote.
-¡OYE! Serás pervertido.
-No, no, lo siento. es un error que he tenido siempre...
-En fin... ¿Me puedes explicar a que venia la frase de antes?
-Sí. Que somos dos en el piso, y suelen ser 3. Por eso llevábamos unos meses solos. Porque nadie aparecía por aquí, esta plaza era tuya.
-¿Quien falta?
-¿Has visto lo mal que va la lavadora? Esto es increible. - Dijo una chica con el pelo claro y ojos oscuros.
-Ella falta. - Respondió a mi pregunta Álvaro.
-¿Y tú quien eres? - Dijo la chica.
-Nora, Susana, Susana, Nora. - Se adelantó Álvaro.
-Oh, supongo que serás nuestra compañera de piso.
-Sí. Así es. - Dije yo sonriente.
-Bueno, pues bienvenida al hogar. - Dijo ella. - Oye, Álvaro, como iba diciendo, la lavadora...
-Que sí, que está rota, vamos a mirar a ver que la pasa. - Dijo en tono de pasar un poco de ella. Se iban a meter a la cocina, cuándo me miró y resopló. "Álvaro" Se le escuchó decir a
Susana. "Que sí, que voy" Dijo él. Se me escapó una sonrisa.
Después de eso, me fuí al que sería mi cuarto para organizar todo. Abrieron la puerta. Era Susana.
-Bonito vestido - me dijo.
-Gracias! - Dije mirando el vestido que tenía en las manos.
-¿Qué haces en París?
-He venido principalmente a estudiar.
-¿Principalmente?
-Sí.
-¿Por qué?
-He venido a darle esto al hombre de mi vida. - Saqué el collar de mi bolso.
-Que bonito.
-Gracias.
-Pues... mucha suerte. ¿Cómo se llama?
-Daniel Gómez.
-Esto... ¡ME SUENA!
-¿Te suena?
-Sí, Daniel... ¿Alto, moreno, de ojos azules?
-Sí, ese mismo.
-Mira. - Dijo sacando un mapa de París. - Te explico como le puedes encontrar.
Pincha aquí para ver esta foto.
~ Pide el siguiente si te ha gustado.
~En nada de tiempo, estará en la página oficial, la descripción de "Susana" Y "Álvaro"
GRACIAAAS! (:

miércoles, 29 de junio de 2011

Capitulo 32.


Capitulo 32.
-¿Qué? - Dije yo extrañada. - Me tendría que ir mañana, no hoy.
-Tranquila. Tu avión sale en hora y media, asique, date prisa.
-Dios mio, lo que os quiero. - Me acerqué a aquel mogollón de gente y la abracé como pude. Me separé de ellos y fuí directamente a abrazar a mis padres. No me creía que a pesar de todo ello, me dejen marcharme a Francia a por Dani.
-Venga, preparate ya. Nosotros nos vamos a recoger todo lo que hemos montado abajo, que no ha servido de nada... Date prisa. - Dijo Vane echándo a todos, y después cerrando la puerta. Miré a mi izquierda donde había un espejo. Me miré y empecé a gritar en silencio.
De nuevo, abrí el armario y me puse el modelo más precioso que tenia, y empecé a meter todo en la maleta, como una auténtica loca.
Salí corriendo, con mis maletas a cuestas al jardín. Allí estaban todos con muchísimos coches. Me iban a acompañar al aeropuerto. Yo, me fuí con mis padres. Iba en el asiento trasero y miraba lo que me daba tiempo por el cristal ya que el coche, iba a una velocidad que no me daba tiempo a distingir bien las cosas.
Llegamos a aquel aeropuerto dónde en un segundo, todas mis ilusiones se perdieron. Cuándo ya todo estaba perdido, hoy de nuevo revivía. Hoy de nuevo florecia.
Bajamos del coche. Mis padres llevaban mis maletas. Yo corría hacia adentro. No podía creerme que todo esto fuese verdad. Que hoy mismo, vería a Dani.
-Pasaporte, por favor. - Dijo la señorita del aeropuerto.
-Sí, sí. Claro. Tome. - Dije nerviosa.
-Gracias. - Respondió la señora.
Corrí hacia dónde estaban todos mis amigos, compañeros, conocidos, que el día de hoy, me acompañaban para hacer realidad mi sueño. Ahora, me tocaba esperar el viaje en avión para buscarle y abrazarle.
-Nora. - Dijo Adri. - Recuerda el favor que te pidió él.
-Oh, claro. - Dije yo. Abrí mi bolso, y saqué mi collar en el que la fecha del 2 de junio del 2010 relucía aún. Me abroché mi colgante. Hacía un perfecto contraste con mi ropa.
-A por todas. - Me dijo Vane. La acaricié la barriga, y la abracé lo más fuerte que pude a ella. Después me fuí a donde estaban mis padres, y me despedí también de ellos.
Ya era la hora. Ya había dejado las maletas en el avión y era hora de montarse. Era hora de emprender viaje hacía la ciudad que cambiaría mi vida radicalmente, para mal, o para bien.
Subí las escaleras. Me imaginaba que al final de ellas, estaba Dani, y corrí apartando a la gente. Pero me paré un segundo.
Miré hacia dónde estaba toda esa gente que me estaba apoyando. Todo el mundo que me quería y que me animaba a luchar por mi amor, estaba allí, en la cristalera que un día estube yo llorando.
Pero increíble: Estudiar periodismo, en otro país y que la única cosa que tienes allí es el amor de tu vida. Aveces me pregunto si de verdad esto no es un sueño. O quizás, esté sobrevolando las nubes, más alto de lo que podía imaginar. Y nunca mejor dicho.
Después de todo esto, subí al avión. Me despedí de ellos. De nuevo emprendía el viaje hacía Francia. Me senté en el asiento y me puse mi Ipod. A los diez minutos, se sentó una niña, de unos 10 añitos. Me miró.
-Hola. - Se decidió a decir.
-Hola - Dije yo sonriendo. - ¿Contenta por ir en avión?
-Sí, bastante. - Dijo.
-¿A Francia, no?
-Sí.
-Bueno, pues espero que sea un feliz viaje.
-Gracias. - En ese momento, una mano agarró a la niña. Una mano de mujer.
-Hija, deja a la chica en paz. - Miré hacía arriba. La cara de la señora me resultaba muy familiar. Bastante diría yo. - Discúlpa a mi hija. Está nerviosa. Hoy ve a su hermano, después de cuatro largos meses.
-Oh, por favor. No pasa nada. Me encantan los niños.
-Bueno, de todos modos, lo siento.
De repente, reaccioné a aquellas palabras que dijo aquella señora. "Discúlpa a mi hija. Está nerviosa. Hoy ve a su HERMANO, después de CUATRO LARGOS MESES." ¿No me resultaba familiar esa frase...? Dios mio. No me lo puedo creer...
Pincha aquí para ver esta foto.
~ Siento si el capitulo es corto, el próximo será más largo :D
~Comentad si os a gustado y pedid el siguiente.
~ Visita mi página web : polosopuestosalmasgemelas.jimdo.com/
~Agregame al tuenti si aún no lo has echo : Polos Opuestos Almas Gemelas.
SALUDOOOOOOS (:

martes, 28 de junio de 2011

Capitulo 31.


Capitulo 31:
-Es... fantástico... - Dijo. - Y además increíble.
-¿¡Qué!? Pensaba que me ibas a apoyar, señor doctor. - Dijo Vane
- Lo siento, si ella es lo que quiere, adelante.
-Espera, ¿increíble? - Dije yo sin escuchar lo que hablaban antes.
-Em, sí. Creo que increíble.
-¿Por qué increíble?
-Por que yo también iré a estudiar a Francia.
-¿¡QUÉ!? - Dijimos Vane y yo a dúo.
-Sí. Como lo oís.
-¿Cuándo? - Dije yo entusiasmada.
-Me voy el mes que viene.
-Oh, valla. Yo me voy la semana que viene, pero coincidiremos. Ya sabes, ya te llamaré yo dentro de un mes, para ver cuándo te puedo ver...
-Estúpendo. Bueno chicas, os dejo seguir vuestro camino, es que os e visto, y e tenido tentación de saludaos. Hasta luego!
-Adiós - Dijimos nosotras dos. Él se alejó al contrario del sentido que íbamos nosotras.
-Chica, a tí te persiguen los chicos, ¿eh?
-Anda, no digas tonterias... sabes perfectamente que sólo quiero a uno.
-No te pongas melodramática, que no lo soporto.
-Está bien, está bien... - Empezamos a reír.
Fuímos a varias tiendas y nos compramos bastante ropa. Tenía que hacer una buena carga de moda para ir hacía allí.
-¿Has visto que bien me quedaba esa falda? - Dije.
-Sí... Nora, te recomiendo que te la pongas el día que vallas a ver a Dani.
-Claro que sí...
Me acompañó a casa. Era un cielo.
Empecé a prepararlo todo. La verdad, tenía muchas ganas de que por fin llegase el ansíado día, el día en el que esté subiendo las mismas escaleras del avión que un día de hace cuatro largos meses, pisó él, el amor de mi vida. Empezaban a pasar los segundos, minutos, días... y llegó el miércoles por la mañana.
-Dios mio... no me puedo creer que todo esto sea verdad... ¿Cómo diablos sabía Dani que iba a terminar llendo a dónde el vivía? Mañana estaré super cerca de él, no me lo creo, no me lo creo. - Me acababa de despertar y ya estaba saltando de un lado para otro en mi habitación, con los colgantes en la mano y pasando miles de veces por la ventana. Hasta que ví un extraño movimiento en el jardín. ¿Qué hacía toda esa gente allí? Bajé corriendo las escaleras. Abrí la puerta y pillé a todos con las manos en la masa. Había globos, comida, toda la gente que ha estado toda la vida conmigo...
-Oh, no... ¿Pero por qué has bajado ya...? - Era Vane. Echó a reír. - UNA, DOS Y TRES. - Gritó.
-¡FELICIDADES NORA! - Gritó todo ese mogollón de gente que había en el jardín. ¡No me acordaba! Hoy era mi cumpleaños.
-Oh, por favor... ¿cómo me habéis echo esto a las 10 de la mañana?
-Es que... no sé si te acordarás, pero acabas de cumplir ¡TUS 18! Y, mañana, te perdemos de vista unos meses, asi que, no hemos visto mejor oportunidad que esta para desearte feliz y cumpleaños, y feliz viaje. - Dijo Adri.
-Creo que es la frase más larga que he oído decir a Adri. - Dijo Vane, que estaba a su lado.
-Anda, tonta. Yo te diré hasta que muera que te quiero. - Le contestó él.
-Ohhhhhh - dijimos todos los allí presentes. Echámos a reír.
-Esto... gracias... gracias de verdad. - Dije. - No se cumplen 18 todos los días. Aunque bien sabéis todos, me hace falta una persona, que me ha llenado de ilusiones, de alegría de todo.
-¡No! ¡Eso no se permite!
-¿Qué?
-Que eso no se permite. - Se apartó todo el mundo formando un pasillo. El que estába diciendo aquello era Samu.
-¿No se permite? ¿Por qué?
-Por que no se permite que el día de tu cumpleaños estés triste. Piensa que mañana le ves... - Eché a correr y le abracé.
-Gracias. - Le dije al oído. - Gracias por todo, de verdad. - Le miré y me retiré de él. Miré a la ventana, y allí estában recién levantados mis padres. Me sonrieron. No sabía como agradecerle al mundo, esta oportunidad que me estaba dando. De ser feliz. De volver a volar a las nubes.
-Bueno Nora, ¿no piensas cambiarte? Esta fiesta, no se acaba aquí.
-Claro, ahora mismo vuelvo.
Entré a casa, y mis padres me felicitaron. Me dieron una cajita. En ella estaba un CD. Subí al ordenador, y lo puse. En cuanto apareció la pantalla, mis ojos se inundaron
"Hola Nora. Sé cómo estás y cómo están todos. Estoy bien informado gracias a Adri. Quería desearte un perfecto cumpleaños, ya que no estoy allí, quiero que sepas, que tengo ganas
de abrazarte, besarte, y todo lo que se deriva de ello. Quiero volver a volar contigo, quiero sentir que te tengo aquí para ser yo. Nunca he levantado cabeza desde que vivo sin tus besos, y necesito seguir. Necesito que estes a mi lado para sonreir. Lo siento por confesarte esto que ya sabías de esta manera, pero quiero que sepas, que no volveré a irme jamás, que si quieres venir, aquí estoy, y que si quieres amarme hasta que te mueras, yo también estoy. Nunca más pienso dejarte marchar, jamás. Quiero morirme contigo, Nora. Siento el estar llorando. No entiendo por qué coño fuí tan sumamente idiota de venir aquí. Supongo que para escapar de la realidad. No soportaba ver como besabas a otro chico que no fuera yo, y necesitaba olvidarte, pero por mucho tiempo y muchas cosas que hallan pasado, no te he olvidado. He intentado rehacer mi vida, y no he podido. Necesito tenerte, joder Nora.No creo que quieras saber nada de mi vida, es una auténtica mierda. Por eso, te dejo ya. Te quiero mucho, no me olvides, por favor. Te necesito, joder. " - En ese momento se cortó la cámara. Era Dani el del video. Detrás, miles de aplausos invadieron mi habitación. Todos estaban conmigo. Tenían una maleta.
-Vamos Nora. Te vas ya. - Me dijo Vane. Me levanté de la silla. Miré a mi madre y me afirmó con la cabeza que lo que decía Vane, era cierto. - Vas a pasar el día de tu 18º cumpleaños con el chico que quieres. ¡VAMOS!
Pincha aquí para ver esta foto.

Capitulo 3O.


Capitulo 30:
Estaba en el mismo sitio que estaba cuándo se fue Samu. Mis pies estaban inquietos. Necesitaba leer la carta, pero no sé si podría.
Preferia que no, por si acaso metía la pata.
Para olvidarme un poco de aquel tema, decidí salirme a dar una vuelta por el centro comercial. Necesitaba comprarme ropa para Francia.
Salí a la terraza para ver que tiempo hacía, y ví que hacia un poco de frío.
Abrí el armario y saqué un conjunto... Ese conjunto, que llevaba como complemento el pañuelo que me regaló Dani. Lo saqué. De nuevo empecé a olfatearlo y decirme a mi misma "Nora, en una semana lo ves... Has aguantado 4 meses, ¿por qué no una simple semana? ¡Tú puedes!
-Yo puedo. - Dije en alto.
-¿El qué puedes, hija? - Era mi padre.
-Eh... No, nada, nada. - Dije escondiendome detrás el pañuelo.
-¿Que tienes ahí?
-Nada...
-Nora...
-Que no es nada, papá.
-Enseñamelo, no pasa nada.
-Que no papá, hazme caso. - Él estaba tirando de el pañuelo para quitarmelo de las manos. - Papá, suéltalo. - Se olló un sonido a roto. Saqué el pañuelo. Estaba partido por la mitad. Mis ojos se llenaron de lágrimas.
-Hija yo...
-Fuera... - Dije yo cabreada.
-De verdad yo... yo...
-FUERA DE MI HABITACIÓN, JODER. - Dije gritando y con una gran impotencia encima.
-Estupendo... Joder, joder, joder...
Me tiré al suelo. Lloraba desconsoladamente... Al rato de eso, sonó mi móvil. Estába encima de mi cama. Estube luchando con mi alfombra para desenrollarme. Hasta que al fin, la palma de mi mano, después de buscar sobre la cama,consiguió coger el móvil.
-¿Sí?
-Hola nena. ¿Qué quería ese inútil por la mañana?
-Anda, Vane... no, no quería nada. Sólo... sólo pedirme disculpas.
-Puaf, que imbécil. Oye nena, he pensado en ir de compras, ¿me acompañas?
-Eso quería hacer yo...
-¿Querías? - Me preguntó. Empecé a hacer sollozos. - ¿Nora? ¿Estas ahí?
-Mi padre me ha roto el pañuelo que me regaló Dani...
-Oh, nena. ¡Venga! Seguro que no es para tanto.
-Ven a mi casa, y lo compruebas.
-De acuerdo. Espérame, en 5 minutos estoy allí.
-Vale!
Colgamos y me bajé a la cocina a beber un poco de agua. Estaba sedienta de tanto llorar. Eché el vaso en el lavabo y llamaron a la puerta. Era Vane.
-Cuánto tiempo nena.
-Y que lo digas...
-A ver, enseñame que podemos hacer con ese pañuelito.
-No se puede hacer nada, Vane. Está destrozado... - Me puse a llorar.
-¿Pero por qué lloras? Piensa que en una semana le ves, y fuera lo demás.
-Es que no es que se me halla roto. Es que me jode como no sabes, que halla sido mi padre... De mi madre, lo entiendo. Pero, ¿de mi padre?
-Abrá sido sin querer, tonta. Anda, prepárate, y vamos a comprarnos ropa.
Cojí la chaqueta de el perchero de al lado de la puerta y salimos hacia el centro comercial.
-Y... segura entonces, ¿no?
-Sí. Segurísima.
-¿De qué estás segura? - Dijeron detrás de mí. Era Pablo.
-Anda, ¡PABLO! - Gritó entusiasmada - ¡Pablo...! - Volvió a decir un poco más bajo, y dirigiendose a mí... - Parece que llega en el momento oportuno, ¿no? - Me susurró.
-Calla. - La dije. - Esto... ¡Hola Pablo!
-¿Adónde te vas?
-Me voy a Francia... a estudiar periodismo... - Le dije.
-¿A qué es tonta? - Dijo Vane.
-Es... es... es... - Pablo estaba entrecortando palabras. ¿Qué querría decir?
Pincha aquí para ver esta foto.

~ No olvidéis comentar y visitar mi página web ;)
polosopuestosalmasgemelas.jimdo.com/

lunes, 27 de junio de 2011

Capitulo 29.


Capitulo 29:
-Sí hija. Irte a Francia a estudiar periódismo, ahora.
-Em... - En ese momento repasé todos los momentos vividos en esta ciudad. Pero me dí cuenta, que todos, o bueno, la mayoría, eran malos. - Esta bien mamá. Me voy, acepto. - La cara de mi madre se transformó. Ella sabía perfectamente que yo quería irme, ya que allí estaba Dani.
-Está bien. Toma. - Dijo tragando saliva, mientras me daba el sobre de mi beca.
-Gracias mamá. ¿Cuándo me voy?
-Estaría bien que lo antes posible. - Dijo mi padre.
-La semana que viene, Nora.
-Está bien. - Dije. Se respiraba un aire bastante tenso en esta situación.
Subí las escaleras. Aún no me creía que volviese a ver a Dani. Después de cuatro largos meses, pisaría el mismo país que él, estaría a metros de él. Todo de él. Y sobretodo, quería cumplir un favor que el me pidió: Entregarle el colgante.
Sabía perfectamente que iba a ir, y por eso se lo dió a Adri. Hablando de Adri, ¡Vane! Tenia que contarselo. La llamé por teléfono.
-Vane, ¿Puedes venir a mi casa?
-Creo que no...
-¿Por qué?
-Por que ya estoy en ella. - Escuché en mi habitación, y un poco mas tarde, en el móvil. Colgué y me levanté a darle un abrazo. Luego le acaricié la tripa.
-Vale, espera, espera, espera... ¿Y este gran abrazo, a que viene?
-Pues, que a lo mejor, no te veo en mucho tiempo.
-¿Qué? - Dijo Vane sorprendida.
-¡Que me voy!
-¿A donde?
-Me voy a Francia.- Dije mirando por la ventana, tipo pelicula.
-Claro, claro que te vas. Pero en vez de a Francia, te vas a ir a la mierda y ya deja de dramatizar...
-Esque... me hace tanta ilusión Vane, de verdad, no me creo que vuelva a ver a Dani..
-¿Es por eso por lo que te vas...? ¿Por Dani?
-¡No! Claro que no. También porque ya que me han dado una beca regalada, la voy a aprovechar.
-¿Estás segura de que quieres hacerlo, Nora?
-Si Vane. La decisión está tomada.
-¿Y cuándo te irás?
-La semana que viene.
-¿Y Pablo?
-Pablo... Ya sabes lo que ha pasado con él...
-Sería la oportunidad perfecta para olvidarte de Dani y quedarte aquí. Necesito que en este tiempo estés conmigo.
-Es la oportunidad perfecta para empezar mi carrera, allí es dónde puedo conseguir lo que quiero ser.
-Esta bien...
Llamaron a la puerta. Es como si me hubieran leído el pensamiento.
-¿Quién será? - Dijo Vane.
-No sé, vamos a comprobarlo - Dije yo animada a ver quien era. Bajamos y abrí la puerta. No me lo podía creer... ¿Qué hacía él aquí?
-Me he enterado de que te vas y... quería desearte un buen viaje. - ¿Que quién era? Pues era Samu.
-¿Qué te has enterado de que me voy? Aquí las noticias vuelan como el viento.
-No. En realidad creo que lo sé antes que tú.
-¿Por qué?
-Es lo que tiene ser tu ex y tu vecino... tu madre me conoce. De todas formas, también he venido, porque, antes de que hagas nada, quiero que sepas una cosa...
-Está bien... - Dije mirando a Vane, insinuándola con la mirada que se fuera.
Ella estaba atravesando con su mirada a Samu, y después, me miró.
-¿Queréis que me valla, no? - Preguntó. Después de eso, afirmé su pregunta con la cabeza. - Está bien, está bien. Me voy. - Dijo. Pero seguía atravesando con la mirada a Samu. Abrió la puerta principal y dijo - Pero piénsatelo
-Que si... - Dije mirando para arriba y resoplando. Vane cerró la puerta.
Se hizo un silencio. Pero yo me atreví a iniciar la conversación.
-Bueno, pasa... creo que mis padres no están en casa.
-Gracias. - Dijo. Entramos al salón y se quedó mirandolo, como recordando viejos tiempos.
-Toma asiento. - Dije. Después se sentó en el sofá. - ¿Y bien?
-Bueno... a ver como empiezo... ¿Te acuerdas que me dijiste que Dani era mi hermano?
-Sí... lo recuerdo perfectamente...
-Pues... me armé de valor y me fuí a la zona baja... Fuí a dónde vivía mi madre, y... me contó todo...
-Valla...
-Siento el no creérte. Creo que eran demasiadas cosas de golpe en mi vida.
-No importa.
-Y bueno... ya que estamos, quiero decirte, que tu madre no está muy convencida en que tu emprendas este viaje... es más, no tenia intención de hablarte de ello.
-¿Cómo?
-Pero tranquila, la e convencido yo...
-¿Tú? ¿Por qué razón?
-Porque sé que mi querido hermano, está allí, y tu le sigues queriendo... ¿No es así? - Me quedé callada y miré hacia abajo. - Nora, te he querido mucho, y por eso quiero que seas lo más feliz posible... y si tu felicidad está junto a Dani, ¿A que esperas? Cojete aquel avión que te va a llevar a Francia y corre hacia él... el verdadero amor sólo se vive una vez, y esta es tu oportunidad.
-No sé que decir...
-No hace falta que me digas nada. Si necesitas algo, sabes dónde vivo. Iré a despedirme de tí al aeropuerto, por si no nos vemos antes.
-Gracias, de verdad.
-No hay de que. - Dijo él levantandose del sofá. - Y bueno, eso es todo. ¡Ah, no! Te tenia que pedir un favor.
-Claro... ¿cual?
-Ten, le tienes que dar esta carta a Dani cuándo le veas, por favor.
-Esto... está... está bien. Yo se lo doy.
-Gracias.
-Estamos en paz, entonces.
-Claro. Bueno, me marcho. Hasta pronto. - Dijo dándome dos besos.
¿Que pondría en la carta que le escribió a Dani? Me moria de ganas por leerlo...
Pincha aquí para ver esta foto.
Pincha aquí para ver esta foto.
~ Si te ha gustado, pide el siguiente con un comentario o MP.
Y no olvides visitar mi página web oficial, dónde pongo novedades etcétera.
polosopuestosalmasgemelas.jimdo.com/

Capitulo 28.


Capitulo 28:
-¿Estás lista? - Me dijo Vane
-Nose... - Le dije.
-Anda, no seas tonta, lo pasaremos de ensueño.
-Puf...
-Anda, vamos. - Tiró de mi brazo y me empujó hacia fuera de su habitación.
Vane llevaba un vestido color plata que disimulaba algo su tripita, con unos tacones negros y un colgante color plata y negro. www.polyvore.com/cgi/set?id=33214621&.locale=es Y yo llevaba un vestido blanco, con unas flores en el pelo y con unos tacones color blanco. www.polyvore.com/cgi/set?id=33214756&.locale=es Abrí la puerta de la casa de Vane. Fuimos andando siguiendo las señas que encontramos en internet hasta el lugar dónde ponía en el calendario de Pablo.
Llegamos a la urbanización indicada. Estaba todo en silencio menos una casa que se oía bastante jaleo.
-Deberá de ser allí, está claro. - Dijo Vane.
-Pero Vane... - Dije intenando sacar alguna palabra que la convenciera de que se estubiese quieta y volviesemos para casa...
Cada vez nos ibamos acercando más a la casa. Era preciosa, un jardín principal bastante extenso, pero sin nadie fuera. Todas las siluetas que se podían reconocer desde dónde estábamos situadas, estaban dentro de la casa. Vane entró por la puerta principal, y se dirigió a la puerta de la casa.
Pincha aquí para ver esta foto.
-Vane... Esto... vamonos, por favor... - Dije yo con bastante miedo.
-Anda, no seas tonta, vamos. Ya que estamos aquí, no nos vamos a echar ahora hacia atrás.
-No sería mala idea...
-Anda... No seas tonta. - En ese momento llamó al timbre.
-Vamos Vane, vamonos.
-Hola! - Dijo Vane cuándo un chico abrió la puerta. Mi cara se quedó pálida, él se quedó extrañado de mi posición. Estaba medio de cunclillas empujando del brazo a Vane.
-Hola - Dijo aún más extrañdo y mirandome de arriba abajo.
-Perdona a mi amiga, está revisandome el brazo, lo he tenido roto. ¿Verdad, Nora? ¿¡VERDAD, NORA!?
-Esto... Sí! - Dije poniéndome en mi postura normal- ¡Claro! - terminé la frase con una gran enfásis falsa.
-Bueno... - Se limitó a decir el chico para salir de aquella rara e incómoda situación. - ¿Venis a la fiesta?
-En realidad... venimos para buscar a Pablo.
-¿Pablo? Ah, Pablo. Espera, ahora mismo viene. Mientras si queréis podéis pasar.
-Gracias. - Dijo Vane.
-¿Estás loca tía? Vamonos, somos unas crías para esto. - Dije susurrando.
-Vamos! - Dijo echándole un vistazo a toda esa gente, bastante más mayor que nosotras.
-Valla! Mis pacientes... ¿Qué hacéis aquí? - Era Pablo.
-Hola Pablo. Pues nada, que nos aburriamos y hemos dicho, vamos a ver a Pablo! - Dijo Vane.
-Anda! Pues yo encantado - Dijo con una sonrisa pícara.
-Bueno chicos, me voy a ver si encuentro algún refresco
-Sí, están en la barra del fondo - Dijo Pablo a Vane
-Ok, hasta luego - Dijo Vane guiñándome un ojo
-Bueno y... ¿Qué hacéis aquí? - Se decidió ha decir Pablo.
-La loca de Vane, que quería que me divirtiese un poco...
-Pues yo si quieres te puedo divertir...
-¿Cómo?
-Pues no sé. ¿Tú que crees?
Pincha aquí para ver esta foto.
Su frente se pegó a la mía y no hacía mas que mirarme a los labios.
-¡Aaaaaah! - Grité. Me acababan de tirar un refresco por la parte de atrás de mi vestido. - Que asco..
-¿Qué ha pasado?
-Me han manchado...
-Bueno, si quieres vamos a fuera para que se te seque antes.
-Está bien.
Salimos a fuera. A los 10 minutos, mis dientes chocaban. Estaba tiritando.
-¿Tienes frío? - Me preguntó Pablo.
-Un poco, la verdad.
-Ten. - Me dió su chaqueta.
-Oh, gracias eres un cielo.
-Cómo tú. - Me dijo mirandome a los ojos directamente. - ¿Bailas?
-Me dijo.
-Claro - Dije ofreciendole mi mano.
Este chico era un cielo. Estube a punto de besarle. A punto de rozar sus labios. Y en este momento, él tenía intención de también besarme. Se iba acercándo cada vez más. Pero... No me lo podía creer. Su cara se transformó en mi mente en Dani.
-Lo lo siento... - Dije apartandome de él. - No puedo. Ya te llamaré.
-¿Qué pasa?
-Nada, ya... ya te llamaré - Dije echándo a correr a dentro de la casa
-Pues toma, te doy mi teléfono.
-Lo tengo, no te preocpues.
Entré corriendo. Tiré un par de bandejas a un camarero "Perdón" Iba diciendo todo el rato. Tenia que encontrar a Vane entre aquel cúmulo de gente y desaparecer de aquel sitio. Allí estaba, hablando con un grupo de gente
-Vane, vamos. Vamonos!
-¿Qué mosca te ha picado, Nora?
-Vamonos...
-Está bien. Hasta pronto amigos. - Dijo Vane mientras la tiraba hacía abajo de las escaleras de el brazo.
Salimos de la casa y yo seguía corriendo.
-Eh, eh eh. Tranquila. Estoy con un niño en mis entrañas. ¿Recuerdas? - Dijo sarcásticamente Vane.
-Tia... me iba a besar...
-¡Madre mia! ¿TE IBA?
-Sí, me iba.
-¿Y no le has dejado?
-Vane, se me ha aparecido la cara de Dani.. justo cuándo me iba a besar.
-Nora, no puedes esperar a que se pase tu vida. Él estará rehaciendo su vida en Francia, tu deberias hacer lo mismo aquí.
-Pero es que no puedo...
-Es díficil, lo sé. Pero lo conseguirás.
Estubimos discutiendo sobre ese tema hasta llegar a su casa y hasta acostarnos.
A la mañana siguiente, me desperté y me fuí a mi casa.
-Hola hija. - Me dijo mi madre al entrar a mi casa.
-Hola mamá.
-Nora, no subas. Tu padre y yo tenemos que hablar contigo.
-Dime mamá..
-Ha llegado una carta. En ella pone que por tus buenas notas, te dan la oportunidad de irte a estudiar a partir de cuándo quieras a Francia.
-¿IRME A ESTUDIAR A FRANCIA? ¿AHORA?
Pincha aquí para ver esta foto.
~ GRACIAS POR SEGUIR LA HISTORIA, SI OS A GUSTADO, PEDID EL SIGUIENTE Y NO OLVIDÉIS PASAROS POR MI NUEVA PÁGINA WEB
~Y agregarme a mi tuenti si aún no lo has echo!
Polos Opuestos Almas Gemelas

domingo, 26 de junio de 2011

Capitulo 27.


Capitulo 27:
-Esto... doctor ¿Qué? - Entró Vane al despacho dónde estabamos.
-Doctor Pablo. - Dijo el doctor con una sonrisa. Sus perfectos dientes, me impresionaron. - Pero si quieres, fuera de este absurdo trabajo, me puedes llamar Pablo.
-Hem, bueno, sí. Pablo. ¿Ya está todo? - Dijo Vane.
-Sí. Esto ya está del todo. - Dijo enrollandome una especie de gasa al rededor del dedo.
-No es nada, de verdad. Es una simple rajita. Dentro de unas horas ni se notará.
-Bueno, era una simple forma de disculpa.
-Aceptada. - Sonreí.
-Bueno, esto... nosotras nos tenemos que marchar Nora, ¿recuerdas?
-Eh, si claro. Encantada Pablo. - Dije. Él se levantó de la silla dónde estába sentado.
-Igualmente. - Me ensanchó la mano. -Hasta pronto. - Dijo por último.
-Hasta pronto - Dijimos a la vez Vane y yo.
Salimos de la consulta y nos fuímos a la calle.
-Valla, valla... Ese hombre... ¿Qué te hacia? - Me preguntó Vane.
-¿Que qué me hacia? Oh, por favor Vane. Nada más allá de curarme una simple rajita.
-Haciais buena pareja, ¿eh? - Dijo con un tono irónico Vane entre disimuladas carcajadas.
-Vane...
-Dime - Se empezó a reír fuertemente.
-Estas loca, tía. - Me limité a decir. El sonido de su risa me impidió quedarme sería, y me empecé a reír con ella. Estubimos bromeando todo el viaje de llegada hasta nuestra ciudad. Llamé a mi casa para decir que me quedaba a dormir en casa de Vane, ya que ella me había afirmado que jamás me arrepentiría, que tenía un plan perfecto y que me iba a encantar.
Entramos en su casa, y nos tumbamos directamente en su cama.
Pincha aquí para ver esta foto.
-¿Tía, que hago? - Me dijo ante la situación de bajón.
-Luchar.
-¿Por qué? Si es que tengo una vida de mierda...
-¿Una vida de mierda? ¿A esto le llamas vida de mierda?
-Tía, estoy embarazada... CON 18 AÑOS
-Pero del chico al que quieres, Vane...
-No es suficiente.
-Sí que lo es. El chico que me gusta está muy, muy lejos de aquí.
-Bueno... por eso te he llamado.
-Ah, ¿sí?
-Si, para que rehagas tu vida.
-¿Cómo?
-Con Pablo.
-Vane... ¿otra vez con lo mismo? Ese chico es imposible, me saca al menos 7 años...
-¿Y? Dónde hay amor, no importa la edad, ni nada...
-Humm..
-Además, queda poquito para tu cumple, exactamente 9 días, y que sepas que me he arriesgado a esto, sólo porque quería que este cumpleaños fuese especial.
-Soprendeme.
-Verás. Al ver que estábas entretenida con él, me he decidido en buscarle información en la carpeta que se había dejado encima de mi cama. Ponía que se llamaba Pablo Gómez Herrera y que nació 5 años antes que tú.
-¿Con 23 años y ya es médico...? Esa carrera tarda mucho más en sacarse...
-Esque su padre es el jefe de ese hospital. No te suena Gustavo Gómez?
-En absoluto.
-Don GG tampoco?
-Ah... ese sí.
-Pues ahí tienes la respuesta. El chico perfecto nena, y encima, de tu zona. Tu madre no te pondrá ninguna pega.
-Tengo 17 años, sólo por 9 días...
-Pues ya está... Tú que puedes, vive la vida, que son dos días... Y no vivas del pasado, porque como la propia palabra dice, el pasado es pasado y jamás volverá a pasar. Asique, con un par de narices y con la cabeza bien alta, llama a Pablo.
-No... no lo pienso hacer...
-Está bien... pues... arreglate.
-¿Que me arregle?
-Sí. No te he dicho, que entre los papeles había un calendario, y ponía que hoy había una fiesta en una casa.
-¿Y pretendes...?
-Pretendo que disfrutes de tu vida.
-Que loca estás...
-Anda, corre. Abre mi armario y escoje algún modelito que me valia ami cuándo no tenía estra triponcia..
-¿Y tú?
-¿Yo? ¿Pretendes que me quede aquí? Lo llevas claro. Me voy a preparar!
Me parecía que nunca jamás, nadie, podría tener una mejor amiga como la tenia yo. Esa fiesta prometía... Además, ese chico... ¿Pablo? su mirada, me conquistó. A lo mejor era la oportunidad perfecta para olvidarme de Dani, y aprovechar al máximo mis 18...
Pincha aquí para ver esta foto.

sábado, 25 de junio de 2011

Capitulo 26.


Capitulo 26.
Ha pasado ya un tiempo desde que Dani cogió ese avión. Si os soy sincera, no he logrado rehacer mi vida, y dudo que sin su presencia lo consiga. Pero he aprendido que la vida son dos días, y que tengo que disfratarla al máximo, con o sin él.
No he conocido a nadie en especial, y todo sigue tan igual como siempre. Bueno, la única cosa que de verdad está echa y derecha en esta historia: Adri y Vane. Siguen juntos y Vane cada día está más gordita. Tiene una tripa bastante grande. Ya está de cuatro meses y hoy tiene la ecografía en la que le dicen que será el bebé, y me ha dicho que la acompañase, ya que Adri está trabajando. Si, increible pero cierto. Aquel cabeza loca que solo iba a cuestas con su moto por la vida, está trabajando. No de gran cosa, en un supermercado, pero algo es algo. Dicen que cuándo nazca su hijo se irán a vivir juntos, porque Vane acaba de cumplir hace 1 mes los 18 y bueno, se supone que ella ya puede hacer con su vida lo que crea que debe hacer.
Ami me quedan unos días para tenerlos. Y me iré a estudiar fuera de mi ciudad. Parece que me trae muy mala suerte. Ya que en este último año, mi vida a cambiado radicalmente, no importaria que cambiase algo más. Ya no estaré con el mayor apoyo que tenía, porque como es normal, ella estará pendiente de su hija, lejos. Y Dani que era por lo único que en ese caso lograría quedarme aquí, está a miles de kilómetros desde hace un tiempo. Y bueno, hablando y hablando, hablemos de Samu. ¿Que qué es de él? Aún no acepta aquellas últimas palabras que le dije "Dani es tu hermano..." Creo que fuí demasiado brusca para lo delicado
que es ese tema. Pero, desde entonces, él no me ha dirigido la palabra. Pero prefiero que sea así. Sé que Samu me ha echo feliz mientras ha durado esta relación, pero si las cosas han pasado asi, es porque así tenian que pasar.
Después de todo esto contado, vamos al presente:
Como bien he dicho, tenia que acompañar a Vane ha hacerse la ecografía para saber el sexo de su hijo. Me puse un conjunto normal. Era octubre.
Bajé las escaleras y fuí al perchero, dónde estaba mi bolso. Lo cojí y me lo puse en un hombro.
-Hija. - Mi madre.
-Dime
-¿Dónde vas?
-Me voy con Vane, al médico.
-Ah... ya... Y... ¿cuándo piensas pasar un día con nosotros?
-Mamá, me paso las tardes enteras encerrada en mi habitación y vosotros de aquí para allá. Es increible.
-Hija, has cambiado muchísimo, parece mentira que seas mi niña. Mi Nora que era encantadora.
-Mamá, las cosas cambian. Y las personas también. Si tanto me quieres, deberias de haber respetado mis gustos y mis sentimientos desde un primer momento. Ahora mismo esto, todo esto, nunca hubiera pasado. Ni yo estaria con el autoestima por los suelos, ni el chico al que quiero en otro país. Ni hubiera sabido ninguna verdad, ni nada. Volvería hacia atrás, sí. Pero para disfrutar mucho más de lo que lo hice con Dani.
Le quiero mamá, aún llevando cuatro meses fuera de aquí, no le e conseguido olvidar, y dudo que lo haga.
Pero si quieres, siguete preguntando, porque me comporto asi contigo y con el mundo.
-Acto seguido, abrí la puerta mientras la miraba a los ojos. La cerré. Me apoyé en la puerta y me resbalé hasta poner de concluyas en el suelo. Me masajeé la sien hasta que me tranquilicé. Conseguido, me levanté y me dispuse a ir a buscar a Vane. Ella estaba esperando en la puerta de su casa.
-Hola cari. - Me dijo. Le dí dos besos y ella me abrazó.
-Hola loca. - Dije con una sonrísa pícara en la cara. - ¿Nerviosa?
-Un poco... jamás pensé que iba a experimentar este momento, y mucho menos con 18 años...
-Bueno, en la vida todo son experiencias. Desde luego, la tuya es una gran experiencia.
-Desde luego. - Dijo. Fuímos a coger el autobús que nos llevaba al hospital de esta zona. Llegamos allí y Vane estaba muy nerviosa. Parecía como si un escalofrío se hubiera adueñado de su cuerpo. Estaba tiritando, y todavía no hacia mucho frío.
-Vamos Vane, tranquilízate. Vamos para adentro.
-Sí, mejor.
Pasamos a la sección de maternidad. Fue sentarnos y el doctor pronunciar su nombre. Pasamos las dos dentro. Era una sala bastante pequeña dónde solo cogían dos personas y con un único aparato. Era un doctor el que estaba atendiendo a mi querida amiga. Un doctor bastante atractivo. Rubio con los ojos azules. De unos veinti pico años. Delgado, alto y con buena presencia.
-Um.. bueno... vemos que está en perfecto estado. -Vane me miró. Tenía agarrada mi mano.- Y por lo poco que se deja ver, tiene pinta de ser una niña. - Continuó el doctor. Vane me apretó con mas fuerza la mano, y sonrio.
-Muchas gracias doctor. - Se animó a decirle Vane.
-No me las de señorita, es mi trabajo. Bueno, ya hemos terminado. Mientras que usted se viste, puede venir su compañera para rellenarme estos papeles.
-Eh, claro. Voy. - Dije. Me pasó a una especie de despacho. Buscó unos papeles y me los dió.
-Au! - Grité.
-¿Qué la ocurre? - Dijo alarmado el doctor.
-Creo que me he cortado con el papel. - Tenía una raja en la mano.
-Esto... lo siento... si quiere la curo...
-No, no importa. No es gran cosa. Una simple rajita.
-Oh, por favor, permitame curarselo.
-Pero de verdad, no tiene gran importancia.
-Enserio. Ven. - Dijo sacando un royo de gasas y poniendole encima un líquido. Sería desinfectante.
Mientras me curaba, me miraba. Esa sensación volvió a recorrerme el cuerpo. Esa sensacion de no importarte dónde ni con quien estás. Nora, están llamando a tu puerta. ¿Abres?
Pincha aquí para ver esta foto.