lunes, 7 de noviembre de 2011

Capitulo 46.

Al día siguiente del numerito del restaurante, quedamos en mi casa. Tenía aún que explicarle que porque nunca le dije que Samuel era su hermano, al fin y al cabo, lo prometido es deuda.
Llamó y entró. Acto seguido se sentó en el sofá, y yo me acomodé al lado de él.

-Y bien - Dijo él - ¿Por qué no me has contado nunca que Samuel es mi hermano?
- Dani, me vas a perdonar, pensaba que no era yo la persona que tenia que decirte algo tan importante... lo siento de verdad, quizás halla sido un error, pero veía necesario que quien te dijera esto tan importante fuese tu hermano..
-¿Desde cuándo lo sabes?
-Haces bastante. Antes de irnos a Francia. Él me dijo que te diese la carta, pero como tubimos nuestros roces, pensé en guardarmela...
-Dios mio, ¿como coño has podido ocultarme algo así?
-No Dani, no te lo he ocultado. Además, aquí yo no sé que coño pinto. De verdad. Ten un par de cojones y ve ha hablar con él.
-Lo siento Nora.. no quería tratarte asi, lo siento..
-No pasa nada. Imagino que no tendrá que ser el momento, y todo esto, todo esto es muy raro. Pero hazme un favor. Mañana, o hoy, o cuando te de la real gana, ve ha hablar con él. Dos hermanos nunca pueden estar enfadados.
-¿Pero te das cuenta de que somos diferentes? Somos completamente diferentes.
-Pero aveces, los polos opuestos, son almas gemelas. Miranos, ati y ami. Tan juzgados, tan hablados. Y miranos, nos queremos. Tanto que no sabría describirlo. Aveces la vida tiene sorpresas, y las sorpresas hay que saber cuándo vienen. La tuya está aquí. Échale un par de cojones y mañana por la mañana ve ha hablar con Samuel. Por favor.
-Esta bien.. - Después de todo esto, él se levantó, se iba.

Ahora sí. Ha pasado tanto tiempo que llevo esperando este momento, tantísimo tiempo que estaba esperando que Samuel y Dani supiesen que son hermanos. Que aunque se odien, que aunque son completamente que les une, que detrás de todos los problemas y los pros  y contras que halla entre ellos, hay algo que les une: Esa sangre que comparten. El corazón que late, lleva la misma sangre..

Y apartando este tema, pienso. ¿Cómo pueden cambiar tanto las cosas?
Nada es igual, hace un año, era una cría, una niña con la cabeza en a saber donde, con una vida pensada al mínimo detalle, planeando cada gesto, cada movimiento. Ahora no. Ahora me ha demostrado el tiempo que nada se puede demostrar, ni planear. Ahí es donde entra el destino, ahí es donde te dice que ¡QUIETA! Que todo cambia, que todo, totalmente todo, es diferente a lo que parecia ser.

Estaba sola, en mi casa. Tumbada en el sofá, relajandome de aquella incómoda conversación que había mantenido con Dani. Sonó el timbre de mi casa. Me puse mis zapatillas de estar por casa y me levanté del sofá. Me dispuse a mirar por la mirilla. Algo me sorprendió. Un hombre completamente desconocio había pulsado mi timbre. Estaba llamando a mi casa. Abrí la puerta.

-Supongo que serás Nora. - Dijo el hombre antes de que yo dijese nada.
-Sí, soy yo.
-Lo siento. Tengo malas noticias para usted.
-¿Qué?
-Tu padre ha sufrido un grave accidente. Ha muerto en el acto.

Mi cara se transformó mientras aquel señor, totalmente desconocido, pronunciaba aquellas temidas palabras.

-¿Discúlpe? - No entendía nada.
-Lo siento. Me han encargado decirselo. Su madre esta en el tanatorio.
-¿Pero que me está diciendo, señor? ¿Está bromeando, no?
-Lo lamento.

En ese momento, todo el mundo, todo aquello que me rodeaba se me vino abajo. Parecía que todo lo que me habia pasado al lado de eso, no era nada comparado con lo que me esperaba. ¿Mi padre? ¡MI PADRE! Aquel hombre que apostaba el cuello por su hija sin dudarlo, aquel hombre que me defendía en cualquier momento. Aquel hombre, había dejado de respirar.
Me decidí quedarme sentada en el sofá, estaba en estado de shok. No podía respirar, no podía parpadear, todo era demasiado increíble para ser verdad.

Después de un rato, sentí como alguien intentaba encajar la llave en la cerradura de mi casa. Ni siquiera me inmuté, no creo que sirviese en ese momento de nada.

-¡Nora, cariño! - Era Vane. Venía sola. Ella siempre sabia cuando la necesitaba. Y ahora, mas que nunca, necesitaba que sus relajantes palabras me tranquilizasen. - Lo siento, de verdad que lo siento.
-No sé, ¿Qué ha pasado, Vane? ¿Qué coño ha pasado?
-Todos sabemos que el momento más temido para las personas, va a llegar. Tarde o temprano.
-¿Pero porqué ahora? Todo comenzaba a ir bien. Acabo de venir de Francia. No me ha dado tiempo ni ha disfrutar un poco más de él. ¿Por qué Vane?
-Supongo que es porque la vida es asi de puta.  - Esta vez, ni las palabras de Vane me tranquilizaban.

Estaba comenzando a llover. Vane me dijo, que Adri estaba en el coche, con Sara. Que me vistiese y que me acercaban al tanatorio.
Supongo que jamás es fácil perder a un padre con 18 años. Bueno, en realidad supongo que jamás es fácil perder a un padre o a un ser querido. Pero, esa pregunta, ¿Por qué ahora? Si se supone que ahora iba a comenzar a ir todo sobre ruedas...
Subí a ponerme el primer chandal que encontré. Tampoco tenía muchas ganas de arreglarme mucho. Era penoso todo esto que estaba pasando.

Me monté al coche, mis ojos estaban rojos, no podía derrochar mas lágrimas. Es que, no puedo explicar como me sentí en ese momento. Pero supongo, que con la frase "No es fácil" es lo que mas se acerca a la definición. Bueno, eso y "Quiero morirme, irme con él."

Estaba comenzando a llover. Por el retrovisor del coche, ví a un chico en moto, con una chaqueta de cuero. Todo eso me trajo mejores recuerdos.

-Para Adri, por favor. Es Dani. - Le exigí.

Bajé del coche, y parecía que empezó a llover más fuerte. Dani me abrazó. Fuerte, muy fuerte, como jamás nadie habia echo.

-Nora, sé que ahora mismo un lo siento no sirve de nada. Ahora mismo que te digan lo siento o que siempre estará contigo o simplemente cosas así no servira de nada.
-Pues no, sinceramente. - Contesté a su frase.
-No sé que decirte.. simplemente que tienes que ser fuerte...
-Dani, lo siento. No puedes pedirme ahora, en este mismo momento, cuando hace hora y media que me he enterado de que mi padre se ha muerto. Que mi madre está en el tanatorio, destrozada, y que yo.. estoy debajo de la lluvia, de frente al chico que quiero, y que eso, ahora mismo, me da exactamente igual. Sólo quiero ir a ver a mi madre, a mi familia, a quien de verdad ahora me necesitan. Por eso mismo, os pido que por favor, me acerquéis y os valláis.

Después de mi largo discurso, Dani se quedó callado. Adrian me abrió la puerta, y me metí de nuevo al coche. Dani montó en su moto y se decidió a irse de nuevo a su casa.

Llegamos y allí estaba mi madre, tirada en el suelo, llorando desconsoladamente y pidiendo porfavor que la dejasen en paz. Esas imágenes me destrozaron. Me dieron una razón mas para que mi vida fuese una mierda. Una gran y enorme mierda.
La abracé, nos tiramos las dos al suelo, y la abracé. No podía creerme que esto estubiese pasando. Era demasiado miserable, demasiado malo para ser verdad.

Nos levantamos y fuimos a la habitación donde estaba el cuerpo de mi padre. Al entrar, mi madre me dio su bolso, y fué inmediatamente a abrazar al cuerpo de mi padre.

Había tanta gente, monitos de repetición diciendo todos que lo sentían, gente disfrazada de negro, diciendo palabras convencidos en que iban a cambiar la opinión de las personas. En ese momento veía todo tan realmente increíble, que ni las buenas obras que veía hacer a la gente, las veía bien.

Lo único que veía para escapar de eso, era ir al baño. Y así lo hice. Con el bolso de mi madre en la mano, fuí a el baño, a darme hostias, a decirme que la vida es demasiado dura ya de por sí como para quitarme a una de las personas que mas quería. Antes que cualquier otra persona.

Sin querer, se me calló el bolso de mi madre y se abrió. Entre todas las cosas que había, ví una caja de pastillas. Puede que fuese la acción mas cobarde. Puede que no. Saqué una tableta de pastillas. Me las tragué todas. A partir de ese momento no recuerdo nada.

( 2 DÍAS MAS TARDE )

-Parece que ya está despertando. - Oía la voz de una mujer, parecía tener poco mas de 30 años. - Dadle 10 minutos, y estará lista para atenderos.
-Nora, ¡NORA! . - La voz de Dani, me despejó.
-¿Qué pasa? Que coño a pasado?
-¿Eres imbecil? Has visto lo que casi consigues? Casi te mueres. Casi te vas detrás de tu padre.
-¿Ah si? ¿Y porqué no lo he echo? Eso es lo que quería.
-¿No te das cuenta? Ahora mismo estas demostrando ser una cobarde. Desmostrar que no tienes las narices que tu me hiciste demostrar que tenía cuando me enteré de que mi hermano era aquel con el que me pegué por la persona que quiero. Esas narices que tienes que demostrar ahora tener, para que tu madre no se hunda en la miseria, para que Vane no te vea como una mierda, para que yo tenga una razón para sonreír. ¿A dónde coño pretendías llegar tomandote una tableta de pastillas? Sólo quiero decirte, que si querias morirte, no lo has echo. Porque tienes aún una meta en esta vida. Compartir una vida entera conmigo, y eso aún, no lo has echo.
-No quiero hacerte el tio mas infeliz del mundo.
-Sólo con que te hallas despertado, me has echo el hombre mas feliz del mundo. Asique, ahora, no te pido que sonrias, no te pido que saltes de felicidad. Sé que no podrás. Pero simplemente, apoyar a tu madre, que estoy seguro de que está igual que tú, y que jamás se le hubiera pasado por la cabeza lo que has echo tú.
-¡HIJA! - Gritó mi madre trás Dani decir esas palabras.
-¿Ves? - Susurró Dani. - Ahora hazla feliz, dos minutos. Y ami también me harás feliz.
- Hija, que susto nos has pegado a todos. - Mientras que mi madre me decía eso, Dani se retiró un poco. - No podía imaginarme mi vida sin las verdaderas personas que me sacaban una sonrisa a diario.. Nora, por favor, no vuelvas ha hacer esto. Sé que es dificil, tanto para tí como para mí, pero esto no ... porfavor.
-Mamá, lo siento. No sé en que pensé, creo que era demasiado agobio para mi, ver que mi vida ya no sería una vida con mi padre..
-¿Te piensas que yo no he pensado igual que tú? ¿Piensas que yo no he pensado en acabar con todo? Pero eso es de cobardes - Mi madre lloraba a mares mientras me decía eso. - Tu padre no quiere ni que tu ni que yo seamos unas cobardes, asique, ven, agárrame la mano y dime porfavor, que saldremos juntas de esto. Por favor.
- Se supone que esto te lo tendría que esar diciendo yo ati mama.
- Da igual, te lo digo yo ati. Júrame que jamás me vas ha abandonar.
-Te lo juro mamá. Lo siento.

A Dani se le dibujó una sonrisa . Al fin y al cabo, tenían razón. Morir de aquella manera, hubiera sido una forma muy cobarde de acabar con todo, a mi padre no le hubiera gustado eso.

( Mes y medio meses después )

Ha pasado un mes y medio desde la muerte de mi padre, y desde yo estar al borde de ella. Ahora todo lo veo diferente. Esto me ha echo madurar. No, no puedo decir que soy feliz, que he superado el levantarme y no ver a mi padre saludarme. Pero al menos lo intento, hacer feliz a mi madre.
Gracias a Dani, y a Vane, poco a poco lo voy consiguiendo. Poco a poco, estoy superando todo esto, consiguiendo cada día sonrisas nuevas, consiguiendo. Como veréis, mi vida a cambiado completamente.

-Nora, amor. - Era Dani. - Sonríe. - Estaba jugando al baloncesto con Adri, en el patio de mi casa, mientras yo observaba la nada, y mi madre leía los diarios de mi padre, y mientras lloraba a mares.
-Lo intento, gracias a ti.

Sinceramente, he aprendido a lo largo de la vida, que hay muchos palos, te llevas muchas hostias. Demasiadas. Pero también he aprendido, que no puedes ser cobarde, y que porque una persona tan importante como lo es tu padre, se esfume de tu vida, tengas que desaparecer tu también. No, no puedes. Tienes que continuar, tienes que sonreir, tienes que echarle un par de narices, y demostrarte ati misma que el mundo sigue, y no va a esperar a que tu seas feliz para continúar su curso.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Capitulo 45.

Capitulo 45:

-Vamos, cariño. Que tardas noventa y dos horas en arreglarte. - Dijo Dani cabreado.
-¿Noventa y dos horas? Exagerado.. -Dije con una sonrísa pícara.
-Vamos, ten. Ponte el casco, y monta.

Le obedecí. Me parecía tan extraño que de nuevo estubiera montando en esa moto, con él delante de mi, conduciendo hasta lo mas alto de la ciudad, hasta el hospital.
Bajamos y fuímos a la habitación. Allí estaban Vane y Adri, recogiendo todo.

-¿Se puede? - preguntó Dani golpeando la puerta.
-Claro. Pasad- Dijo Adri
-Menuda suerte tienes - Dijo Dani. - Ya con familia y todo, y con la chica que quieres...

Algo dentro de mí cambió. Parecía haberse encendido algo, algo que podría ser casualidad, pero que tenía la sensación de que cambiaría mi vida...

-Bueno, ¿nos vamos de aquí ya? Sara y yo ya estamos listas. - Dijo Vane.
-Claro, vamonos. Si queréis acompañarnos a casa. - Dijo Adri.

Y así lo hicimos. Les acompañamos a su acogedora casa, dónde crearían la familia que llevaban en construcción desde 9 meses atrás.  Y, espera. Dale al pause. ¡COMO HA CAMBIADO LA VIDA DE VANE EN 9 MESES! De ser la niña revolucionaria, divertida, coqueta y muchos más adjetivos, a ser mamá, vivir en una casa con Adri y su hija y... ¿Cómo diablos pueden cambiar tan rápido las cosas? Pero, afortunadamente, han cambiado para bien, y de eso me alegro.

-¿Queréis algo de beber? Tenemos de todo. - Nos ofreció Adri mientras Vane acomodaba a la pequeña Sara en la cuna.
-No, gracias. - Dijo Dani, aunque yo tampoco quería nada. - Nosotros solo hemos venido a acompañaros, ya nos vamos. Invitaré a Nora a comer.
-¿Ah, sí? - Dije yo sorprendida, no sabía de esa oportuna comida.
-Claro.
-Bueno, pues si es así, dos besos Adri, ya nos vemos. - Dije ansiosa de ver el lugar en dónde me llevaría hoy.

Salímos de el piso. Una sonrisa picante se nos dibujaba a los dos mientras bajabamos en el ascensor. Nos mirabamos como dos locos desquiziados. Como un drogadicto que se muere de ganas de probar la cocaína, como dos tontos enamorados que no tienen solución.

-¿Tienes ganas de besarme? - Comentaba Dani mientras el molesto ruido del ascensor, adornaba aquel momento.
-Por supuesto. - Después de mi respuesta, su sonrisa se dibujó. - ¿Y tú ami?
-Apenas..
-¿Sólo a penas?
-Claro. A penas tengo ganas de perderte, pero tengo unas ganas locas de besarte.

Después de aquello que dijo, sonó como un timbre que anunciaba que habíamos llegado a la planta baja, y trás eso, mi sonrisa apareció en mi cara.

-¿Dónde quieres ir? - Preguntó Dani.
-No sé, a algún sitio dónde se coma bien y en el sitio en donde tú y yo seamos felices...
-¡Claro! Ya sé dónde es ese sitio que me dices, vamos, dame la mano. ¡CORRE!

Después de eso, empezó a correr y a esquivar a las personas que andaban por aquella gran avenida. Hasta que llegamos a un restaurante bastante elegante y llamativo.
Pidió mesa para dos, y nos acomodaron cerca de una relajante fuente.

-¿Nora? ¿Tú aquí? - Alguien detrás de mi se apoyó en mi hombro.  Mi sorpresa fué el QUIÉN se apoyó en mi hombro.
-Valla... Pablo... que ... que agradable sorpresa....
-¿Quién es este chaval, Nora?  - Preguntó Dani.
-Es el médico de Vane...
-Soy Pablo, encantado. Tu deberás de ser Dani, el novio de Nora, me habló mucho de tí en París..
-¿Que dice este de París? ¿Desde cuándo has estado con él en París?
-Dani, tranquílizate, por favor... No pasa nada, es tan solo un amigo..
-¿Un amigo? ¿De que te conoce? ¿Y porque no me lo has dicho? - Decía Dani histérico...
-Por favor, Dani... Tranquilízate...
-Bueno, yo mejor me voy. - Dijo Pablo. - Pero tranquilo tío, que yo soy solo un amigo de tu novia.

Acababa de pasar un númerito bastante absurdo y estaba pasando mucha verguenza. Dani me miró y salió de el restaurante. Yo, salí detrás de él.

-Dani, te juro que solo es un amigo. De verdad. - Dije.
-Entonces, ¿Porqué no me has hablado de él? ¿Porqué no me has dicho que también ha ido a Francia?
-No veía la necesidad...
-Necesidad... claro... Me has ocultado muchas cosas siempre...
-¿Como qué? - Pregunté extrañada.
-Como que Samu era mi hermano... tú lo sabías, porque fuiste tu la que me mandaste esa carta, la que me la pusiste en el buzón...
-Me lo pidió el ... - Dije trás salir del shok de aquella respuesta que me dió. Sus lágrimas resvalaban por sus mejillas y yo estaba empezando a emocionarme.
-Necesito saber toda la verdad... Necesito saber sobre él y solo tú me puedes ayudar...
-Y lo haré amor. No lo dudes.

Después de aquella discusión, el volvió a confiar en mí. Me besó y arreglamos todo. Como dos tontos enamorados, como dos locos drogadictos que necesitan la droga más dañina de la vida ; EL AMOR.

~ Si te ha gustado, pide el siguiente por aquí o por tuenti ;) 

lunes, 29 de agosto de 2011

Capitulo 44


Capitulo 44

-Oh, valla... perdón... - Dijo el mientras intentaba esquivar aquel incomodo silencio. - Esta es mi novia, Lucía. - Tras pronunciar esas palabras, mi cara se descompuso. No tenia cara de ser la novia de Samu, no pegaban ni con pegamento.
-Ah, pues... encantada. - Dije yo. - Soy Nora, vecina de Samu.
-Si, igualmente. - Dijo muy secamente esa tal chica.
-¿Y ya has vuelto de Francia? - Me preguntó Samu.
-Sí. Hoy mismo. Después de tres largos meses estudiando allí, por fin me he dignado a volver. Vane ya ha tenido al bebé...
-¿Ya? - Preguntó sorprendido.
-Sí...
-Bueno pues, dale recuerdos de mi parte.
-Está bien.
-Por cierto. - Volvió ha decir Samu. -¿Le diste la carta a Dani?
-Sí. La carta a sus manos ha llegado...
-Está bien. Muchas gracias Nora.
-No, no me las des.
-Bueno, nosotros ya nos vamos. - Dijo.
-Sí, yo también me tengo que marchar, he quedado.
-Está bien. Pasalo bien.
-Igualmente, y me alegro de verte, veros...
-Adiós.

Ese encuentro no me lo esperaba. Había pasado tanto tiempo desde que no veía su rostro, que me dejo perpleja totalmente. Y más cuándo me presentó a esa tal Lucía, su novia. Pero, espera. ¿Su novia? Pero por favor. Nunca pensé que Samu fuera a tener tan mal gusto.
Esos, eran mis pensamientos mientras seguía mi camino, eterno, por cierto. Tenía unas ganas de llegar ya a donde me había dicho Dani enormes. Necesitaba saber con que me sorprendería esa vez, y necesitaba besarle. Es como la droga, es adictivo, no puedo dejarle. Estos tres meses que le veía pero no podía acercarme a su piel, a sus labios, a él, han sido totalmente desquiciantes. Necesitaba sus labios como el aire. Le necesitaba. Pero ya está. Ya ha llegado la hora. Aunque también, la hora para hablar con él sobre el tema de Samu. Supongo que me preguntará, al fin y al cabo, son hermanos y yo he sido la persona que le he metido esa carta en su buzón.

Allí estaba. La dirección. Acababa de llegar. Hurgué en mi bolso hasta encontrar el colgante. Aquel posdáta no se me olvidaría.

-Oh, pensé que ya te habías olvidado de mí.. - Dijo alguien detrás de mi, mientras forcejeaba con aquel enganche.
-¿Quien diablos eres? - Me giré. - Oh, Dani. Eres tú. En ese caso... ¿Cómo crees que me puedo olvidar de tí? Es imposible, y creo que está comprobado.
-No, no del todo. Bueno... y dirás ¿Para que te he traído aquí? ¿A un hotel? He reservado una habitación... Sube. Habitación 455.
-¿Y tú? - Le pregunté.
-Yo ahora mismo subo. No te preocupes. Si no encuentras la habitación, pregunta a alguien. - Dijo dándome la tarjeta para entrar.

Llamé al ascensor,  despues de preguntarle a un hombre de aquel hotel que en que piso estaba la habitación.
La econtré. Abrí la puerta y pasé. Hice una revisión con la mirada. Me parecía todo tan increíble que ni siquiera me lo creía yo.
No era de ese tipo de citas románticas que hemos tenido. No. Era mucho mejor. Era como estar en el paraíso con el principe azul, mejor que el de cenicienta. Era todo perfecto. Demasiado.

-Valla, la has encontrado. - Acababa de entrar el principe.
-Claro! ¿Lo dudabas? - Le dije con aires de credibilidad.
-No sé. Lo que sí que se es que tengo una sorpresa para tí.
-¿Ah, si? ¿Y de que va esa sorpresa? - Dije yo sorprendida
-Empieza por esto. - Dijo sacando un ramo de flores. - Y termina por esto. - Dijo dándome un beso.
-Valla.. - Dije. - Me has dejado sin palabras.

Después de aquel momento, nos empezamos a besar, y a querernos como nunca. Sabiendo que a pesar de nuestros pros y nuestros contras, ese amor iba a poder con todos los muros y rivales que se interpusieran. Que a pesar de todo el sentimiento tiene un solo y simple signíficado, uno para cada persona, y el mio tenía nombre, nombre de felicidad, amor, incredibilidad. Ese nombre era Daniel. El hombre de mi vida, y de eso estaba mas que segura. Simplemente por los acontecimientos.
Esa noche dejó marca en nosotros. De nuevo, compartimos el mismo cuerpo. Lo hicimos, en la habitación del hotel y queriendonos como jamás lo habíamos echo.
Era derrochar amor, sudor, cariño, caricias, besos, susurros. Pero sobre todo, sobretodo derrochabamos sentimientos que nisiquiera el propio significado podría llegar a alcanzar todo lo que eso significa en nosotros.
Esa noche terminó con una llamada de teléfono. Una llamada de Susana. Necesitaban dormir. Yo lo comprendía, eran las cinco de la mañana y yo seguía en aquella habitación besando a Dani.

-Me tengo que marchar. Mañana te quiero ver, no puedo estar mas tiempo sin sentir tus labios. Lo necesito. - Dije a Dani.
-Claro que me verás. Siempre estaré en tu vida, por muy lejos que esté.
-Algo nos unirá siempre. El amor, no nos va a fallar. Lo sé.
-No nos ha fallado en todo este largo tiempo. No lo hará ahora.
-Te quiero, Dani.
-Y yo, Nora.

Me besó y bajé al parking de afuera del hotel, donde estaban Susana, Álvaro y Inés.
Cojimos el taxi con el que habían venido a recogerme ellos y nos llevó a mi casa. Bajamos, pagamos y entramos. Mis padres estaban acostados y no se escuchaba ni un minúsculo ruido. Nosotros intentamos inmitar a aquel cómodo silencio.
Lo conseguimos, cada uno se metió en su habitación: Álvaro y Susana y yo e Inés.
Abrimos las camas, y nos acostamos. Aunque no nos dormimos.

-Nora, ¿Tú crees en el amor? - Me preguntó de la nada Inés.
-¿Que si creo en el amor?
-Ajá.
-Sí, ¿Por qué no?
-Digo... como Pablo estaba coladito por tí y no le has correspondido... Y bueno, con Dani ha pasado igual..
-No! En absoluto... Yo al único hombre que quiero es a Dani. Por supuesto. Y jamás he cambiado ni cambiaré de opinión.
-Entonces,¿Siempre has querido al mismo? ¿A Dani?
-Sí, afortunadamente a veces y ocasionalmente desafortunadamente...
-¿Tu crees que os vais a casar y a formar una familia?
-Yo creo que eso es muy precipitado. Tan solo tengo 18 años y no puedo planearme de esa manera mi vida.
-Sí. Tienes razón. Bueno, durmamonos ya, estarás agotada. Buenas noches.
-Sí, buenas noches Inés.

Cerré mis parpádos y tardé apenas minutos en dormirme.
A la mañana siguiente, el molesto ruido del despertador atornillaba mis tímpanos. No me acordaba que Álvaro, Susana e Inés necesitaban recoger sus cosas para marcharse con sus familias.

-Nora, Nora! Despierta! - Era Inés. - Tenemos que marcharnos ya.
-Oh, si claro, ya voy, pero... ¿Qué hora es?
-Son las 8.
-Oh, sólo he dormido tres horas...
-No te quejes, que ahora podrás dormir más.
-Lo dudo...
-¡BUENOS DÍAS! - Abrió la puerta Susana.
-Oh, que ánimos! Demasiados... - Me quejé yo.
-Bueno, bueno, dos besitos, que nosotros ya nos vamos. Pasado mañana venimos a verte, ¿vale? Pásalo bien hasta entonces. - Dijo dandome dos besos y enredandome el pelo.
-Adiós...

Después de eso, les acompañé a la puerta, y se marcharon. Permanecía aún con los ojos molestos, en la puerta de mi casa.

-Madrugadora! - Era Dani.
-Oh... ¿Pero que haces tú aquí...? ¿Tan pronto? Quería dormir un ratito más!
-No puedes! Tenemos que ir a ver a Vane y Adri, y a Sara, ¡vamos! Arreglate, hoy sale Vane del hospital, y tenemos que acompañarles en el primer día de vida fuera de aquellas paredes de la bebé...
-¡Madre mia, no te quiero ver a tí como padre!
-Pues el día que sea, seré un buen padre.
-Oh, si, no lo dudo.
-Vamos, arreglate!

Me estaba metiendo prisas, a las 8 y diez de la mañana, atosigandome y diciendome que iba a ser un padre perfecto, pero, ¿Y qué? Me seguía encantando igual, y le seguía queriendo igual. A las 8, a las 10 o a las 12 de la mañana.
El amor es un sentimiento extremadamente loco e irremediablemente incontrolabre, y eso sentía yo por Dani; AMOR.








~Si te ha gustado pide el siguiente, por aquí o por tuenti :)

viernes, 5 de agosto de 2011

Capitulo 43.

Capitulo 43:

-¿Nora? - Dijo Susana sorprendida - Cuánto has tardado en reflexionar, ¿eh?

Me limité a sonreír. Todos estaban sin las maletas. Las tenian dentro de aquel taxi. Nos estaba esperando a que hiciesemos la visita a mi mejor amiga, Vane.

-¿Cuál es la habitación? ¡Dimelo! - Dije ansiosa.
-Anda, corre. Ven. - Dani me cojió de la mano.

Ese sentimiento, de nuevo, lo sentía, el de sobrevolar las nubes, el de sentir que nada te importa sólo con el tacto de su piel con la mia. Llegamos a la habitacion dónde estaba Vane.

-¡VANE! - Grité yo, cojí el plomo y abrí. Estaba allí, tumbada en la cama con una cunita al lado. Era su hija, Sara.
-¡Oh, Nora! - Me dijo ella. Se inclinó un poco para abrazarme.

Estaba un poco más rellenita pero estaba igual de guapa que siempre.

-Mira. - La dije. - Estos son Susana, Álvaro y Inés. Susana y Álvaro eran mis compañeros de piso, Inés es la hermana de Susana. También ha venido Pablo, pero como trabaja aquí, se ha ido a saludar a su padre.
-Anda, hola, encantada. - Dijo Vane. - Muchas gracias por venirme a ver.
-Vamos mujer, no nos des las gracias.
-¿Me dejas ver a esta preciosa cosita? - Le pregunté yo mientras ellos llevaban una conversación.
-Claro, cojela. - Me dijo

Era preciosa. Tenía el pelo rubito y los ojos increiblemente grandes, y muy abiertos. Azules. Era preciosa y sólo tenía algunas horas.
Susana y Vane seguían hablando. Inés y Álvaro también y yo estaba entretenida con mi "sobrina"

-Toc,toc. ¿Se puede? - Dijeron en la puerta.
-Oh, ¡Adri! - Exclamé.
-Nora, guapa ¿Qué tal? ¿Qué haces aquí?
-Venía a ver a Vane y a Sara...
-¿Y ami?
-A ti también! Y también venía a darte las gracias por todo lo que has echo por Vane... Tu trabajo, la casa...
-Nora, ahora no es solo Vane. Ahora somos tres, y tendremos que ser responsables.
-¿Adri? ¿Perdón? Tío, ¿Eres tú el qué ha dicho eso? - De repente apareció Dani en la conversación. Se me dibujó instantaneamente una sonrisa de oreja a oreja.
-Claro que soy yo. - Respondió Adri.
-Madre mia, parece mentira que hallas dicho eso
-Pues ya ves.
-Ten Adri, a tu hija. Yo voy a sacar un café que no he dormido. - Dije.
-Está bien. - Dijo Adri cojiendo a Sara.
-¿Te acompaño? - Me preguntó Dani.
-Claro, si quieres.

Salímos de la habitación y Dani se puso delante mia.

-Nora.
-Dime - Dije
-¿Estás segura de que jamás se va a volver a repetir un numerito como este?
-Segura.
-Entonces, esta noche te espero. En este hotel. - Me dijo dando un sobre
-¿Para qué?
-Te quiero. - Me dijo. Después me dio un beso, y se marchó.

Camino a la cafetería, abrí el sobre. Había una dirección en un pos-it y una carta. Detrás de todo eso, estaba el colgante. De nuevo.
"Querida Nora:
Si estás leyendo esta carta es que me has perdonado todos los errores que he tenido. Todos. Quiero decirte que estos tres últimos meses no hallan sido los mejores por mi culpa. Y te voy a ser sincero, he intentado rehacer mi vida, pero no he podido. No he encontrado a nadie como tú. Más bien no he encontrado a nadie que me llenara tanto a primera vista como me llenaste tú. Con esto pretendo decirte, que espero que pienses bien en todo esto, y que sepas perfectamente que me quieres. Necesito tenerte el resto de mis días conmigo, y no me perdonaría volverte a perder. Jamás volveré a caer en el error de perderte. No quiero además de que no puedo. Espero que me hagas caso y esta noche vengas al hotel que te he puesto en el pos-it.
Te quiero mucho, Nora. A rabiar.

PD: Si esta noche vienes, no se te permite entrar en la habitación sin ese colgante. "

Mis lágrimas saltaban, resbalavan mi cara. Es increíble como Dani puede llegarme a conquistar de nuevo en segundos.
Tomé mi café y fuí de nuevo a la habitación a ver a Vane. Ahora sólo estában Adri y ella con Sara y no queria interrumpir.

-Oh, perdonad. Ya me voy. - Dije.
-Está bien Nora.
-Mañana a primera hora vengo a ver que tal estáis. ¿Vale? Chao familia!

Salí del hospital y fuí al mismo taxi en el que vinímos. Allí estaban Inés, Susana y Álvaro. Después de eso, fuímos a mi casa. Llegamos a la puerta
-Esperad aquí. - Les dije. - No quiero que mi madre se lleve este "sorpresón" de que os quedáis esta noche.
-Claro. - Me dijo Susana en nombre de todos

Abrí la puerta y allí estaban mis padres.

-¡Papa! ¡Mama!
-¿Nora? - Dijo mi madre. -¡Nora! ¿Qué haces aquí? - A mi madre y a mi padre se les llenaron los ojos de lágrimas.
-Mamá, Vane ya ha tenido el bebé. He venido a verla. Es precíosa.
-Me alegro, aun que, que locura, con 18 años madre...
-Bueno mamá, ¿Qué? ¿No te alegras de verme?
-Mucho!
-Pues menos mal. Por que te tengo que pedir un favor. Mis amigos han venido a pasar el puente aquí, a España. Sólo se quedaran esta noche, mañana se irán a ver a sus familiares.
-¿Cuántos son?
-Son..
-Somos tres. - Dijo entrando Susana por la puerta.
-Oh! Esto.... encan... encantada... - Dijo mi madre, aunque no estaba muy convencida....
-Igualmente. - Dijo Susana.
-Subid, os enseño donde os tendréis que quedar.
-Nora. ¿Podemos hablar un momento?
-Claro mamá. - Ella me cojió del brazo y me llevo a la cocina.
-¿Estás loca? Son tres, y UN CHICO.
-Mamá, solo será esta noche. No creo que a estas horas se quieran volver a ir a su casa, en coche... No darán guerra. Está noche saldremos de fiesta.
-¿De fiesta? ¿En que te has convertido hija?
-Mamá, tendremos que vivir la vida, ¿no?
-Esta... esta bien...

Subí a el pasillo de la planta de arriba donde estaban ellos.

-Venid. - Les dije. Abrí la puerta de la primera habitación. - Está es una habitación donde tendrán que dormir dos personas...
-Duermo yo. - Dijo Álvaro.
-Esta bien. - Dije
-Y yo también. - Dijo Susana.
-Perfecto. Inés, ¿Te importa dormir conmigo?
-No Nora, en absoluto. Encantada de ello.
-Está bien. Chicos, esta noche tendréis que salir de fiesta. Le he dicho a mi madre que íbamos a salir todos juntos, pero yo me voy con Dani... - Dije un poco sonrojada.
-Nora, yo no tengo dinero... - Dijo Susana.
-Toma. - Le dije dándole 50 € - Me han sobrado 200, ¿vale?
-Gracias Nori...
-Bueno chicos, iros preparando y nos vamos, vale?

Y eso hicimos. Tardamos en prepararnos casi 3 horas. Ya que éramos tres chicas. Llegó la hora de irnos.

-Mamá, nos vamos.
-Está bien. Pasarlo bien y tened cuidado...
-Sí mamá, lo tendremos.

Salímos y ellos se fueron en un taxi hacía la zona baja de la ciudad. Yo iba al contrario, a la parte norte de la zona alta. Seguía la dirección que me indicaba el papel, aunque me topé con alguien, y no iba solo

-Nora!
-Samuel!
-¿Qué haces aquí? - Dijimos ambos a la vez.









Pide el siguiente si te ha gustado, por blog o si quieres, por el tablón de Tuenti :D

martes, 2 de agosto de 2011

Capitulo 42.


Capitulo 42:
"Bienvenidos al vuelo 273, esperemos que tengan un buen viaje" Resonaba esa frase por un megáfono.
-¿Estás nerviosa? - Me dijo Pablo, que se había sentado conmigo.
-Mucho. Necesito abrazar a Vane...
-Estaré contigo siempre, Nora. - Me dijo. Después me cojió la mano.
-Voy al baño. Ahora vuelvo.
-Claro.
Me levanté y fuí al baño. Abrí la puerta y me empecé a mirar en el espejo. "Espera" Pensé. "¿Qué estas haciendo, Nora? ¿Te has dado cuenta de que tu vida en unos meses ha dado un gran cambio rádical? Antes eras una cría que disfrutaba con sólo tener una camisa nueva. Ahora... ahora soy totalmente diferente. Más bien una amargada. Dani tenía razón. Iba a convertirme en una amargada. No podía consentir que nada de alrededor mia saliese de otra manera a la que yo había pensado. Todo había cambiado. Completamente TODO. Había pasado de ser la típica niña rica consentida a ser la mejor amiga de una chica embarazada de un barriobajero, y de la ex de la persona que mas he querido, quiero y querré: Dani.
¿Pero qué coño te pasa, Nora? ¿Te estás viendo? ¿Estás viendo como cojones desaprovechas tú vida? Vívela, joder. Que sólo se vive una vez y tienes 18 años. Te queda 3 veces más de lo que llevas en esta vida."
Tras esos pensamientos, salí de aquel baño, con una sonrísa muy pícara entre mis labios.
-¿Y esa sonrisa? - Me preguntó Pablo.
-Es que me he dado cuenta, que ese es el baño de reflexiones. He cambiado. Totalmente. Ahora no pienso desaprovechar ni un solo segundo de mi vida. Voy a vivir a tope.
-¿Dónde dices que está ese baño? - Después de esa estúpida pregunta, empezamos a reír los dos. La verdad que es que en Francia sólo pensaba el discursito que le propondría para decirle que me dejase en paz. Para decirle que necesitaba mi aire. Pero, ahora, me dí cuenta que era totalmente innecesario.
Pasó aquel vuelo super rápido. Me lo estaba pasando muy bien con Pablo, y veía como Álvaro, Susana e Inés se lo pasaban también muy bien.
"Pasajeros, aterrizaremos en unos minutos." Esa frase de nuevo hacía que mis sentidos se volviesen locos, que mi vida se pasara en un instante. Que todos los recuerdos volviesen como el primer día en el que existieron. A partir de ese momento, mi vida iba a dar un giro de 180 grados. Totalmente todo diferente. Quizás para bien o quizás para mal. Pero quien no arriesga, no gana.
Llegamos a España. De nuevo en el país que tantas cosas me habia echo vivir. Ya estabamos todos listos, habíamos bajado y recogido nuestras maletas.
-¿Nerviosa? - Me dijo Pablo.
-Bueno, la verdad un poco. Pero no tanto como pensaba. - Respondí.
-Pero si te chasquean hasta los dientes.
-¿Estás loco? Claro que no!
-Chicos - Gritó Susana. - Este taxi tiene 7 plazas. Vamos.
Ese taxi nos llevó al hospital. Allí estaba aquel hospital, dónde unos meses atrás, anunciaban a la persona más querida por mí que iba a ser mamá.
Habían pasado horas exactas desde que me llamó.
Abrí la puerta del taxi y salí corriendo mientras que los demás cojían sus maletas. Y Pablo, llevaba la mía. Sólo me faltaba cruzar aquella gran puerta para encontrarme con Vane. Pero algo me paró, me quede perpleja en su mirada. Un extraño escalofrío recorrió mi cuerpo como la primera vez que le ví. Esa extraña sensación de estar elevada hasta las nubes.
Su voz resonaba en mi cabeza. Era él. Allí estaba, me moría de ganas de echar a correr para besarle, era lo primero que pensé en el avión "RECUPERAR A DANI"
-Dani... - Pronunciaron mis labios en alto. No quería decirlo, mi cabeza sí y el destino también. Después de que dijera eso, él se giró. Me miró y quedó impresionado.
-Nora... - Dijo en voz baja.
Solté mi bolso, y eché a correr hacía él. Todo el mundo miraba. Cómo si no hubiera existido el pasado, sólo él y yo... Llegué a él y sólo se me ocurrió abrazarle y sentir de nuevo su aroma.
-¿Qué haces aquí? - Dije.
-Lo mismo que tú, supongo. - Dijo mientras terminabamos de abrazarnos.
-Dani yo... lo siento...
-No sientas nada. Sabes perfectamente que yo ati tengo que agradecerte muchas cosas, y pedirte muchas disculpas por otras.
-Te quiero Dani... - Le besé.
Ahora sí que estaba segura. Nada iba a ser igual en mi vida. Todo cambiaría, gracias a él.
Pincha aquí para ver esta foto.

domingo, 31 de julio de 2011

Capitulo 41


Capitulo 41:
-Venía a ver como andabas, y si ya por fin hoy querias quedar... - Era Pablo.
-Pablo...
-Sí. Creo que soy yo.
-Mira, no es por nada ni nada, pero...
En ese momento, un sonido molesto me interrumpió. Era mi móvil
-¿Sí?
-Nora! ¿Has escuchado lo que te he dicho antes? - Era Vane, y estaba muy histérica.
-¿El qué?
-Lo que te he dicho, joder!
-¿El qué me has dicho?
-Que me han dicho, que Dani, ha dejado la academia, y que se va a otra parte de Francia a buscar trabajo... Que sólo hay una manera de que no se valla...
-Vane, ¿pretendes que le detenga...?
-No lo pretendo. Lo quiero. Recuerda todas las cosas que has vivido a su lado. No ha echo ningún delito al liarse con una chica. Tú has tenido un novio y por esa regla de tres no te ha dejado de querer Nora. Deja de ser ya una egoísta y piensa por una vez en él. Él te quiere, y dudo que llegue a querer como te quiere a tí.
-No digas tonterias, Vane.
-Mira Nora, yo te soy sincera. Creo que estas haciendo el mayor gilipoyas que has echo en los 16 años que llevo contigo. Y ahora que encima esto del embarazo cambia las hormonas, te voy a decir que eres una idiota si dejas escapar a un hombre como él, asique demuestra tener las agallas que todos sabemos que tienes, y vete a su apartamento y dile que le quieres, todo lo que sientes.
-Pero es que yo hacía él sólo siento odio, Vane.
-¿Estás segura?
-Más que eso.
-¡HAY DIÓS MIO! - Gritó Vane.
-¿¡Qué pasa!?
-DIOS MIO!
-¿Pero que ocurre?
-Que he roto aguas, Nora. Diós mio...
-¿QUÉ?
-Madre mia, Nora. Te cuelgo.
-No! No me cuelgues por favor.
-NO TENGO MÁS SUELTO! ESTO SE VA A CORT.... - Un pitido muy molesto sonó a través de ese aparatejo.
En ese momento, abrieron la puerta de la casa. Era la hermana de Susana, Inés.
-¿Dónde vas? - Pregunté, un poco borde.
-Ah. Hola Nora. Me voy. Aquí no voy a estar cómoda. Además, no quiero molestar... Sé que mi hermana quiere estar con Álvaro.
-Dime que te vas a España...
-Claro. ¿A donde voy a ir sino? Prefiero estudiar allí que aquí. Es lo mismo al fin y al cabo...
-Espera, 10 minutos.
-¿Qué pasa? - Dijo Pablo.
-Me voy a España. Mi mejor amiga está de parto, y no voy a consentir que tenga a el bebé sin yo estar presente.
-¿¡QUE VANE ESTÁ DE PARTO!? - Dijo sobresaltado Pablo.
-Sí, sí sí. - Dije yo nerviosa.
-¿Quién está de parto? - Abrieron las dos puertas Susana y Álvaro.
-Madre mia... - Me lamenté yo. - Quita de ahí que me voy a España.
-¿Ahora? ¿Estás loca? No vas a poder seguir estudiando aquí, te van a tener que trasladar...
-Me da igual, que me trasladen. Total, hoy es sabado, y hay un puente de 2 días, me da tiempo a ir.
-Bueno, en ese plan... - Dijo Susana. - Me apunto. Así conozco a Vane, que tengo muchas ganas.
-¿Y tú quién eres, guapa? - Se escuchó de fondo a Álvaro.
-Es mi hermana, inútil. - Dijo Susana.
-Pensandolo bien, yo nunca he visto un parto. Me voy para España con vosotras.
-Bueno, y obviamente, yo no puedo faltar. - Dijo Pablo.
-¿Estáis insinuando que toooooodos vamos a ir a España?
-Sí. - Dijeron Pablo, Álvaro y Susana. Inés se limitó ha hacer un gesto de estar muy extrañada con todo.
-Madre mia...
-¡VAMOS, NO PERDAMOS MAS TIEMPO! - Dijo Susana - RECOGAMOS TODO Y QUEDAMOS EN LA PUERTA DE PORTAL A LAS 12. NO TARDÉIS.
Entramos corriendo hacia adentro. Empezamos a recoger todo como unas locas. Me había olvidado por unos momentos de todas las palabras que me dijo Vane. Lo recordé, porque entre aquel monton de cosas, estaba una foto. La foto suya. Por la que se enteró mi madre de que yo estaba saliendo con Dani.
-A lo mejor no es el mejor momento, ni nada de eso... Pero creo que quizás, deberías de ir a buscarle. - Dijo Susana, que observaba disimuladamente como yo veía la foto.
-No. No es el momento. No lo haré. Mi vida ya no será igual. Él estará aquí, y yo... yo no sé que haré. No sé de que me voy a basar. Ahora mismo es el momento de mi mejor amiga, y no quiero estropearselo. Intentaré estar lo mas feliz posible, porque ella será el día más bonito de toda su vida. Y lo comprendo.
-Entiendo...
-Asi que, cojamos nuestras cosas, y vamonos.
-Está bien.
-Ah. - Volví a decir yo. -Por cierto. Gracias.
-No. No me des las gracias.
-Anda vamos. - Dije yo.
-Siento interrumpir. - Dijo Inés. - Pero mi madre, es psicóloga para parejas, o eso me ha dicho siempre. Y me ha dicho siempre, que luche por el chico que quiero. Que el verdadero amor sólo pasa una vez por tu vida, y no lo puedes dejar escapar.
-Muchas gracias Inés por esta magnífica aportación, pero, yo a Dani, ya no le quiero ver... Ha sido mucho para mí y...
-¿Y que os a pasado? ¿Por qué habéis roto?
-¿Quieres que te lo diga yo? - Dijo Susana - Porque aquí dónde la ves, es una inconformista, y si ve que hay un simple lío en la vida de su amor, se pone celosa y rompe con él.
-¡PARAD! No quiero hablar más del tema, por favor. - Dije yo un poco histérica.
-Chicas, ¿Estáis? - Dijo asomando media cabeza por la puerta principal Álvaro.
-Sí. Ya estamos - Dije yo.
Salimos por la puerta, y toda la gente de la academia se nos quedaba mirando. Incluso Marta y su amiga. Pero para mí era indiferente. Cómo si querían hacer una fiesta porque dejásemos unos días la academia.
-Esperad. - Dije yo. Salí corriendo al portal de Dani. No quería ir a por él, pero sí que me faltaba una cosa por hacer. Echar la carta al buzón.
Después de eso,cojimos un taxi. Bueno, dos. No cojíamos todos. Nos llevó al aeropuerto más cercano. Tardamos poco en montar, porque afortunadamente, habían quedado libres 10 sitios del que estaba a punto de despegar y nos habían puesto ahí.
De nuevo emprendía un gran viaje. Después de 3 meses y medio sin pisar mi país, sin ver a mi madre ni a mi padre, iba a ir por fin a aquella ciudad. Vería a Samu. Le diría que le dí la carta a Dani, pero que no sabría si la había leído o no. En fin, muchísimas cosas que han ocurrido durante estos tres largos meses.
-¿Estás preparada para todo lo que espera? - Dijo Pablo. - Estar con Vane ya no será lo mismo. Ella tendrá que ser mas sensata y más responsable con sus actos.
-Claro. Lo sé. Además, yo estaré con ella lo que haga falta.
-Eso tiene que ser así.
Dejamos las maletas y nos montamos en el avión. Emprendíamos un nuevo viaje. Sin saber, que iba a cambiar mi vida. Totalmente.
De momento, de allí, me llevaba el recuerdo de París.
Pincha aquí para ver esta foto.

jueves, 28 de julio de 2011

Capitulo 40


Capitulo 40:
-Creo que deberías de haberlo echo. - Dije sin perder mi postura.
-Con eso quieres decir que te olvide, ¿no?
-Creo que lo vas piyando. Me voy, que tengo clases. - Fuí a la puerta del baño de las señoras. Per él me cogió del brazo y me acercó a él, después mis labios contactaron con los suyos. Me besó. Pero yo no apoyaba ese beso. Me quité y le metí una bofetada. - Dani, joder, ya te lo he dicho esta mañana. Todo esto a terminado. ¡YA! Pueden que hayas sido una de las cosas más importantes de mi vida, pero de verdad, todo a acabado. No quiero volver a sufrir ni por ti, ni por nadie. Lo siento Dani.
Terminó aquel estúpido día. No fue el mejor, sinceramente. Esa noche, no llamé a Pablo. No me apetecía salir por ahí. Pasaron varias semanas y me había convertido en una chica totalmente cerrada. No compartía ninguna de mis vivencias con nadie, ni siquiera con mis compañeros de piso, ya que ellos estaban bastante unidos de nuevo. Pero sólo como amigos.
La verdad es que no estaba muy cómoda en el tiempo que llevaba allí en Francia. Veía diariamente salir a la misma hora que yo a Dani de su portal, y siempre se me creaba el nudo en la garganta. Pero cada vez, se convertía más pequeño.
No sabía y creo que nunca sabré describir los sentimientos que recorrían al ver a Dani por aquellos tiempos.
Hacía mucho tiempo que no recordaba la mayoria de los momentos que vivimos. Tampoco quería recordarlos. Había pasado ya tiempo desde que no nos dirigiamos la palabra. Nos mirabamos, por lo menos yo. No podía evitar echarle alguna que otra mirada cuándo salía de su portal a la vez que yo. Aunque ya hacía algún tiempo que no coincidiamos. Marta también le hacía una revisión, pero prefería que se la hiciera y que se quedara con ella.
Susana y Álvaro aún seguían diciendo que ellos pensaban que yo exageraba. El gesto de que se hubiera acostado con una chica en cuatro meses, no significaba que me hubiese olvidado, ni mucho menos. Podía ser que tubieran razón, pero sinceramente, no quería arrepentirme de aquello, entonces jamás me arrepentí ni un segundo.
Habían pasado ya 3 meses y medio desde mi llegada a Francia. Estaba sentada en el sofá con un cuenco de palomitas viendo una película de amor. Con un paquete de clinex a mi lado, y con cientos tirados a mi alrededor. En ese momento, mi teléfono empezó a vibrar. Miré a la pantalla y no conocía el número, pero parecía proceder de España.
-¿Sí?
-¡NORA! - Esa voz que resonó trás el teléfono me resultaba muy familiar.
-¿Quién eres?
-¿No me conoces? Joder tía...
-¿Vane? ¡VANE!
-Siiiii! ¡Soy yo!
-Dios mio, hacía meses que no escuchaba tu voz. ¿Qué tal todo? ¿Y tú tripa? ¿Y Adri? ¿Me quieres contestar?
-Jajajaja - Rió. - Todo genial. Mi tripa ya se nota bastante.
-¿Cómo la vas a llamar?
-Aún no lo sé, pero creo que la llamaré Sara.
-Oh, bonito nombre. ¿Y Adri?
-Adri está en casa.
-¿En casa?
-Sí! Ha sacado buen trabajo a la hamburguesería y nos ha comprado una casa. Ami y a nuestra bebé.
-Ohhhh. Que dulce.
-¿Y tú con Dani?
-Yo... con Dani...
-¿Tú...?
-No me hablo con él. Bueno, de echo, hace ya un tiempo que no le veo.
-¿Qué ha pasado?
-NORA, NORA! - De repente Susana entró por el piso. - Me han dicho que Dani se ha ido de la academia. Ha dejado de estudiar y se ha ido a otra ciudad de Francia a buscar trabajo.
-Vane... ya hablamos ¿vale?
-Claro. Llámame a mi teléfono de siempre.
-Sí. Hasta luego.
-Adiós. - Me iba alejando el teléfono cuándo empecé a oír voces de nuevo.
-Nora, Nora!
-¿Qué, qué quieres?
-Que... te quiero....
-Y yo! Yo también te quiero!
-No lo olvides. Siempre unidas..
-Claro!
-Adiós.
-Adiós.
Pulsé la tecla de colgar.
-¿A que viene tanto jaleo? - Le pregunté a Susana.
-Álvaro se va al piso de enfrente, con Fernando.
-¿Por qué?
-¡POR QUE VIENE MI HERMANA!
-¿Qué?
-Hola! - Dijo una chica morena con el pelo rizado y ojos oscuros.
-Se llama Inés, y tiene un año menos que yo.
-Ah, encantada. - Dije empujando los clinex debajo del sofá y levantandome. - Yo soy Nora. - Dije estrechándole la mano.
-Hay, ya lo sabe tonta. - Dijo Susana bajandomela.
-Ven, te enseño tu habitación. - Dijo abriendo nuestra habitación. - Acomoda todo.
-Claro. - Dijo Inés. Después, Susana cerró la puerta.
-Espera! - Dijo Inés abriendola.
-¿Sí?
-Cuál es mi cama?
-La de la derecha
-Vale, perfecto. Me encanta hermanita, muchas gracias!
-Esto... Susana... ¿Podemos hablar?
-Claro... - Dijo mientras yo la trasladaba a la cocina cogida del brazo - Dime
-Esa habitación era la nuestra...
-Ya... pero si mi hermana se va a quedar solo este curso.
-Susana, esa habitación era NUESTRA, no de tú hermana y mía.
-Vamos, pero si ella no estorba.
-Ah, claro. Pero tú te cojes la habitación independiente, ¿no?
-Voy a extrañar a Álvaro mucho...
-No tienes morro ni nada. - Después de decir esa frase, Susana me empezó a hacer pucheros.
-Por favor. Sólo esta semana, la siguiente duermo yo con ella. Además, mi hermana es muy simpática.
-Lo sé, si me ha parecido muy simpática, pero ese no es el problema...
-Anda, ten, toma tu bolso y.... - En ese momento sacó su monedero y empezó a buscar algo. Sacó un billete de 50 € y me empezó a empujar hasta la puerta principal de la asa. -... ten, toma. Comprate algo. Sobre todo un pijama, por que hija, menudo tenias encima de mi cama.
En ese momento, cerró la puerta y me quedé sola en el reyano. Oyendo como la hermana de Susana, Inés, tenía dos dedos de frente, no como su hermana.
Inés: Susana, yo creo que debería de dormir yo en la habitación a parte. Lo mismo tu amiga no quiere que esté entre sus cosas.
Susana: Que va, si seguro que no la importa.
-¿Que no me importa? Serás... - Dije apartandome de la puerta.
-Hola Nora... - Me giré.
-¿Que haces aquí? - Le dije.
Pincha aquí para ver esta foto.