Capitulo 10.

Capitulo 10.

-Espera. - Dije yo, insegura, de no saber hacer bien este paso tan arriesgado.
-¿Qué pasa?
-Verás... - dije yo incorporándome. - Nunca lo he echo...
-¿Quieres dar este paso, o esperamos?
-No sé... quiero, pero no sé si en este momento...
-Está bien. No importa amor. Ami eso no me importa. Solo me importa que me quieras y que me jures que siempre estarás conmigo.
-¿De verdad no te importa?
-¿Cómo me va a importar? Te quiero demasiado como para solo quererte para eso. De verdad. Créeme. Y anda, vamonos adentro, que sé que te mueres de sueño.
-¿Morirme de sueño? Me muero por tí. - Él me miró y después me sonrió.
-Anda, vamos para a dentro.

Mientras caminabamos, el me rodeó con su brazo. Me alegraba tanto de que él hubiera entendido de que yo nunca lo había echo, y él, no me dijo nada, pero estaba segura de que no era virgen. Me metí en el baño para cambiarme al pijama, y el abrió la puerta.

-Preciosa. - Me dijo mirandome de arriba abajo.
-No mientas. Sabes que para precioso ya estás tú.
-Ah, ¿Si?
-Claramente!
-Pues demuestramelo
-¿Quieres verlo?
-¡SÍ!

Le intenté besar pero el se adelantó a cogerme. Me cojió y me puso detrás de su espalda. Yo veía solamente el suelo.

-¿Dónde me llevas? Me vas a tirar! - Dije entre carcajadas!
-Te llevo a dormir.
-¿A dormir? ¿Cogida?
-Sí. - Dijo soltándome. Me miró, le miré, y sustituimos la mirada de risa, a la mirada de estar el uno colado por el otro.
-Te quiero Nora. - Dijo Dani. Después me besó.

Trás esa escena romántica, nos fuímos a dormir. A las 10 y media de la mañana, entró por la habitación Vane.

-Nora, Nora! Que Adri no está en mi habitación, y por lo que se ve, Dani tampoco está aquí. - Me dijo.
-¿QUÉ? - Dije yo levantandome del susto. - ¿Dónde coño están?
-No sé! Me he despertado y no estaban... Nos querrán asustar. - Empezamos a buscar por la casa, pero no había rastro de ellos.
-Vamos a la terraza- Se me ocurrió decir. Subímos hasta mi habitación, abrí la terraza que justo daba al mar, y les ví.
-¿Están haciendo un castillo de arena? Me preguntó Vane. Cerré un poco los ojos para ver mejor.
-Parece ser...

Bajamos corriendo. Nos acercamos a ellos, sin cesar de correr, y nos tiramos encima de ellos.

-Buenos días amor. - Le dije a Dani.
-¿Buenos? Perfectos dias, mi vida. - Me contestó. Nos besamos. Él era el chico perfecto. Sin duda. Me sentía muy afortunada de ser quien era.
-¿Sabes? Quiero amor. Quiero que esta noche sea la mejor del mundo. Ya me entiendes.
-¿Estás segura?
-Segura es poco.

Y de repente, vino vane con un cubo de los que estaban haciendo el castillo de arena, y nos lo tiró encima. Empecé a correr de trás de ella y las dos nos reíamos a carcajadas.

-Estás fatal Vane! - Le dije. Ella me sonrió.
-Mucha suerte, puta. - Me dijo.
-¿Suerte?
-Sí, suerte. - De repente me empujó al agua. Salí corriendo y fuí tras ella. La tiré en la arena.
-Por cierto. Te tengo que contar una cosa. - La dije.
-¿El qué? - Me preguntó mientras se sacudía la arena.
-Esta noche lo haré con Dani... - Su cara fue increíble.
-¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE? ¿ENSERIOOOOOOOOO?
-Enserio, es el hombre de mi vida.
-¿Ves? Te dije que no eran mala gente. Y ahora no es mala gente, ahora es mi cuñado postizo... y el hombre con el que quieres dar ese gran paso. De verdad... TE QUIERO TIA!

La abracé. Tenía una mejor amiga, que no valía oro, ni plata, ni bronce. No valía nada. Porque nada se podía comparar a ella. Era la mejor persona del mundo, de la galaxia, del universo.