Capitulo 23.

Capitulo 23:

¿Igual de puta que siempre? ¿Que queria decir? Se dio media vuelta, y se fue. Se fue a lo largo de la calle. Vale, ahora, la pregunta. ¿Habré echo bien en decirle eso a Samu? Tendría que saberlo... es su hermano, y se va. Y Dani, igual. Pero a Dani, dudo mucho que le vuelva a ver en mucho mucho tiempo. En ese momento, me llegó un mensaje, que raro, el mensaje era de Adri. "Nora, es importante, te veo a las 9 del jueves en la rotonda de enfrente de tu casa, tienes que ser mas puntual que jamás en la vida has sido ni serás."
¿Que querría decirme? ¿El jueves? No... ese día... no quería que llegase... Dani se iba, para siempre. No le volería a ver en mucho tiempo...
Pero, al fin y al cabo, el tiempo pasa. Y siempre suele pasar; contra más rápido quieres que pase, mas lento pasa y contra más lento quieres que pase, más rápido pasa. En mi caso, es la segunda. Ya era jueves. 7 y media de la mañana. Este día, me iba a librar del instituto. No quería ir. Sabia que se me caeria el mundo encima, y ya no tenia a nadie. Solo a Vane, que en esos días, perdimos mucho contacto.
Me preparé como de costumbre, y bajé a las nueve menos cinco a la rotonda. No había nadie. Pasé unos quince minutos esperando a que apareciese alguien, creo que los más largos de mi vida. Al final, apareció Adri en su moto, me recordaba tanto a cuándo les esperabamos Vane y yo en la estación de autobus.
Se bajó de la moto y se desabrochó la chaqueta de cuero.

-Hola Nora. - Acto seguido, me dio dos besos.
-Hola Adri. - Le dije con voz triste.
-Parece que... parece que no esta la cosa muy bien, ¿no?
-¿La cosa muy bien? Está fatal, Adri. He roto con mi novio, uno que acepta mi madre, por el chico que verdaderamente quiero, pero casualmente se va a Francia. Mi madre no acepta ninguna decisión que yo tome y mi mejor amiga está embarazada de la única persona que hoy por hoy me puede ayudar. ¿Crees que puedo estar muy bien?
-No, absolutamente creo que estás demasiado bien ... pero... no te puedes quedar de brazos cruzados...
-¿Y que hago? Dentro de unas horas el amor de mi vida se irá con su novia a Francia...
-El avión sale a las 12 de la mañana, aún tienes tiempo, son las 9 y media...
-¿Y que voy a conseguir con eso? No conseguiré nada, Adri.
-Conseguirás que se de cuenta que se tiene que quedar para estar con la chica de su vida.
-Pero yo no soy la chica de su vida, es más, sería solo un estorbo...
-Nora, por favor, si le quieres y le necesitas tener aquí, vete al aeropuerto y diselo. Llámame y yo te llevo.
-Está bien...
-Me voy ¿vale? Estaré en casa de Vane... voy a ir a verla. - Me dió dos besos, se subió a la moto y se fue. Después yo me fuí a casa, aún pensando que iba ha hacer, si ir al aeropuerto a detenerle para que no me dejara sola en esta inmensa soledad, o quedarme tumbada en mi cama, sin hacer absolutamente el mínimo esfuerzo para que el hombre de mi vida, se quedase aquí, conmigo.

-Hija... ¿Qué te pasa? Llevas unos días que te veo muy por los suelos, y que no ves a Samuel. - Era mi madre. Después de esas palabras, se atrevió a entrar en mi habitación y sentarse en la cama, al lado de mi.
-He roto con Samuel.
-¿Cómo? ¿Por qué? - La cara de mi madre fue un circo. Y aunque me preguntara el por qué, yo sabia perfectamente que ella sabía porque había dejado a Samuel.
-Mamá, ya sabes por qué lo he echo. Pero tranquila, Dani se ha ido de este país.
-¿Se ha ido?
-Sí. Ya que nuestro amor era imposible. Pero piensa en un mínimo segundo, ¿por qué se va? Piensalo. - Me levanté y me fui al baño. Abrí la puerta, entré, la cerré y eché el pestillo. Fuí directa al lavabo. Me miré y se me llenaron los ojos de lágrimas. Eran las 10:14 y cada minuto que pasaba me estabaa arrepintiendo más de haber dejado escapar al hombre de mi vida. Todavia tenia tiempo. Pero no era lo conveniente ir al aeropuerto.
Me mojé la cara de agua fría como el hielo. Me estaba secando con la toalla, cuándo sentí que me vibraba el bolsillo. Era el móvil. Lo saqué y tenía un mensaje. "¿Al final vas a ir al aeropuerto? Te recuerdo que yo te llevo. Contestame ya, es urgente." Era Adri. ¿Que podía responder? ¿Voy? ¿No voy? No sabía aún si me iba a atrever a despedirme de él, o decirle que se quedara. No sabía, tenía que tener al menos 5 minutos para pensar.