sábado, 4 de junio de 2011

Capítulo 2.



-¿Estás bien? - Me dijo Dani.
-Sí, estupendamente. - Conteste.
-Me alegro!
-Era ironia, imbécil.
-Lo sabia preciosa.
-No te aguanto mas! Déjame me voy a pie. - Acto seguido me bajé de la moto. Empecé a caminar con muy mala leche, me quedaba un caminito hasta dónde estaba la estación de autobús, pero no quería estar al lado de ese imbécil ni un segundo más.
-¿Qué haces Nora? No seas tonta, sube a la moto de Dani. - Me dijo Vane montada aún en la moto de Adrián.
-Ni loca. Prefiero irme en autobús antes que con ese descerebrado.
-Pues te toca esperar mucho.
-Me da igual.
-Anda, espera. Me voy contigo. - Me dijo. Después, se bajo de la moto.
-Mañana te llamo Vane. - Le dijo Adrián.
-Vale! - Después de eso, le tiró un beso, y Adrián se lo respondió.
Empezamos a caminar hasta donde estaba la estación de autobuses, y nos sentamos. No habia apenas luces en la calle. Había dos personas en la estación de enfrente nuestra, y al lado, una señora mayor.
-De verdad... que desastre de cita... - Se decidió a iniciar una conversación Vane.
-¿Cita? ¿A esto se le llama cita? Que dos imbeciles...
-Será su forma de impresionar a una chica.
-Pues desde luego conmigo no ha funcionado nada...
-Ah, es verdad. ¿Qué tal con Dani?
-¿Qué que tal? Sin comentarios... es un... es un...
-Nora... creo que exageras...
-¿Has visto como me trata? Es un imbecil...
-Creo que te trata así porque quiere impresionarte... ¿Por qué no le das una oportunidad para que te demuestre que quiere una gran cita contigo? Dicen que ese chico es muy amable con las chicas...
-¿Bromeas? ¿Una oportunidad...? ¿Que te has tomado...? - Le dije mientras subíamos al autobús. - Es que mas que nada, no puedo darle una oportunidad a un chico barriobajero... mi madre me castiga de por vida si se entera...
-¿Es por eso por lo que no quieres venir nunca aquí? Por tu madre... ¿Verdad?
-Puede ser. Bueno, puede ser no. Es. No puedo permitirme el lujo de venir aquí, ha esta pocilga de ciudad y luego que me castiguen de por vida. - Después de esta última frase que salió por mi boca, nos sentamos en el asiento.
Aún seguiamos hablando del mismo tema, y cada una encabezonada en que llevaba razón. Somos asi. Y de repente, me dice Vane
-¡MIRA, MIRA, MIRA QUIENES SON!
Miré hacia la carretera, y eran Adrián y Dani. Ellos dos nos habían seguido con las motos.
-¿Pero que narices hacen aquí? ¿Por qué nos siguen? - Dije yo desesperada.
-Anda tonta, vamos, que ya hemos llegado.
Bajamos del autobús y ví como Adrián se acercaba a Vane. Y Dani, venia ami.
-Vaya vaya, te has salido con la tuya, no te hemos traído nosotros. Bonito barrio por cierto.
-Gracias. - Me limité a decirle.
-Por cierto, ¿No te preguntas por qué hemos venido detrás de vosotras de un punto a otro de la ciudad?
-No, y tampoco me importa.
-¿No te importa saber que tengo tu monedero...?
-¿¡QUÉ!? ¿¡VES!? ¡LO SABIA, LO SABIA! ERES UN LADRÓN DEVUELVEMELO AHORA MISMO!
-Toma. - Me lo fue ha dar, y cuándo lo iba a coger, justo me lo quitó. Estube intentandoselo quitar un buen rato, pero no conseguí nada.
-Está bien. Está bien. ¡DEVUELVEMELO YA!
-¿Cómo puedes estar tan amargada con 17 años? No te quiero ver con 40...
-No estaré amargada!
-O no, mejor con 30... jajaja
-Por lo menos seré alguien en la vida, no como tú que te dedicarás a pegar palizas a la gente toda tu vida.
-¿Tú crees?
-Si.
-Bueno, pues si crees que no te convengo, me iré.
-Sí, por favor.
-Venga, hasta luego.
Después de eso, montó en la moto, y más adelante, frenó.
-Ah, por cierto. Me llevo tu monedero. ¡GRACIAS!
-MIERDA! Eh!!! Vuelve aquí, damelo!
Mis gritos eran fallidos. No me hacia caso.
-Hasta mañana.
-Adiós preciosa.
Vane se vino hacia ami saltando de entusiasmo!
-Me he enamorado Nora, me he enamorado!
-¿Estas loca?
-Nooo! Estoy enamorada!
-¿De ese?
-Eh! No es ese, él es Adrián, y me trata como una princesa. No entiendo porque tienes tanta manía a todos los de las chaquetas de cuero. No son mala gente...
-No! Van dando palizas a todo el mundo que se les piya por delante!
-Sí, y por eso han venido detrás del el autobus en el que ibamos nosotras SOLO para decirnos buenas noches.
-Y amí para robarme el monedero...
-Se te habia caido al sacar el euro en la parada del autobus. Me lo ha dicho Adrián.
-Vale..
La verdad es que las palabras que me decia Vane tenian sentido. Además, subir a lo alto de la ciudad hasta lo mas bajo, no lo hace cualquiera. A lo mejor, al fin y al cabo, no eran tan mala gente como siempre los había visto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario