martes, 7 de junio de 2011

Capitulo 11.


Capitulo 11:
Allí estaba yo, sentada en la hamaca de la terraza. Era un magnífico paisaje, un atardecer prcioso. Yo, estaba leyendo un libro. Terminandolo mas bien. Las últimas frases, se me juntaban. Mis ojos eran un mar de lágrimas.
-¿Por qué lloras? - Era Adrián.
-Adri! - Le dije con una sonrisa entre lágrimas. - Este libro es precioso... Me ha echo sentir verdaderamente lo que es tener una mala malísima vida.
-¿De que va el libro?
-Va de... una chica, que tiene cáncer, y que poco a poco, ve como todo se le nubla a su alrededor. Todo le sale fatal, ve que ella pierde sus defensas, en definitiva, que se va muriendo...
-No llores por eso, mujer! Es simplemente un libro. - Me dijo.
-Gracias Adri. - Dije limpiandome las lágrimas.
-¿Qué pasa aquí? - Dijo Dani, entrando por la puerta de la terraza, con una toalla en la cintura. Se acababa de duchar. Tenía todo el pelo mojado, y estaba MUY bueno.
-Bueno, yo me voy... no quiero estorbar. - Dijo Adrián. Acto seguido, golpeó la espalda de Dani, y se fue de la habitación.
-¿Por que lloras amor? - Me preguntó Dani.
-Tengo miedo... mucho miedo. - Eché a llorar.
-¿Por qué?
-De perderte... es que seria morirme... no entiendo como te puedo querer tanto joder! Dije que no me iba a enamorar nunca, y me ha faltado tiempo para decirlo...
-Pero... ¿el libro iba de eso?
-No... iba de una mujer que tenia cáncer, pero cuándo habla de que quería mucho a su marido... - No pude terminar la frase. El me besó.
-Silencio. Tranquilizate. Sabes que por muchas cosas que pasen, aquí me tendrás ami. A tu principe azul.
No sabía que decir. Espero que tubiese tanta razón. Quería que fuese él y solo él mi principe azul. Queria volar de nuevo. Sentirme en las nubes. Pero en las nubes, él y yo. En ese momento, me dí cuenta de que quería que fuese ese momento. No quería que fuese otro. Estaba preparada.
-¿Te apetece que vallamos a dar una vuelta? - Me preguntó.
-Claro! Me arreglo y vamos!
-Arreglate. Aun que aún así estarás preciosa
Me puse un vestido.
El me esperó en la puerta de la casa. Ya era prácticamente de noche.
-Estás preciosa. - Me dijo. Después me estrechó la mano. Me dijo que me subiera a la moto. Me subí. - Cierra los ojos - Me dijo.
-Lo haré.
-Nooo! no me fio de tí. - Me tapó los ojos con un pañuelo.
Me llevó en moto en un paseo de como unos 10 minutos. A los diez minutos me hizo bajarme, que por cierto, casi me pego la leche del siglo. Me destapó los ojos y era completamente un acantilado, precioso. Había puesto una alfombra roja, con velitas al rededor, y al final, bastante mas apartado del acantilado, una cama de princesas. Con pétalos en ella y el velo de la cama rojo transparente.
-¿Has echo todo esto para mi primera vez?
-No es la primera vez siempre. Es mi forma de agradecerte que me hallas elejido a mí.
-Gracias amor... Gracias de verdad.
En ese momento, encendió el casete que usó en la primera vez que me conquistó.
-Bailas? - Me dijo.
-Claro.
Empezamos a bailar, románticamente. Él estaba precioso, y no dejaba de transmitirme seguridad con su preciosa sonrisa.
-¿Estás segura?
-Perfectamente segura.
Me empezó a besar lo más apasionadamente que él sabia. Trás unos besos por el cuello, muy apasionados, Me desabrochó el vestido, que a su vez, resvaló por todo mi cuerpo, hasta caer. Yo, le quité la camisa, y le
desabroché el pantalón. Mientras, me iba quitando los zapatos con los pies.
Me cojió como a una princesa, y me llevó a la cama. Me dejó suavemente y me desabrochó el sujetador. Me bajo mi culot, y el se quitó sus calzonzillos.
Se tumbó a mi lado y empezó a besarme románticamente por todo el cuerpo. Me estaba haciendo sentir genial. El ambiente era perfecto, la música romántica que sonaba de fondo, el paisaje, él...
En ese momento, cambió de canción. Fue cuándo me besó en los labios. Sentí como si se acercara el momento de que nuestros cuerpos se juntaran, lo sentía. Sentía como nuestros cuerpos cada vez se rozaban más, hasta que se unieron. Fueron uno. Fue todo perfecto. Trás ese momento lleno de pasión y fantasía, que cualquier mujer le hubiera encantado vivir, se enrolló en la sábana que había en la cama. Se la puso en la cintura, y yo me la enrollé por tdo el cuerpo.
-Gracias. - Le dije. - Me has echo sentir tan bien... bueno, en realidad bien, no es nada con lo perfecto que me he sentido.
-¿De verdad?
-Claro!
-Mira. - Dijo levantándose y mirando debajo de la cama. Sacó una cajita. La abrió. Era un collar:
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-¿Y esto? - Dije sorprendida, y entre disimuladas carcajadas.
-Es para tí, y para mí.
-No me digas que te vas a poner esta pijada. Tú, con lo que eres.
-¿Lo dudas pija? Por tí hago lo que sea... - Lo sacó de la caja, y me enseñó el mío. Ponía su nombre y 2 de Junio del 2010.
-¿Por qué pones el día de hoy?
-Porque no olvidaré este día jamás. Me has echo sentir el hombre más afortunado del mundo. Gracias por cruzarte en mi vida. Gracias.Me limité a abrazarle y a disfrutar de que tenía la perfección a mi lado. A mi vera. Siempre conmigo. Me retiró el pelo, y me puso el collar, y después me susurró
-Nunca, nunca, olvides que pase lo que pase, has sido única, lo mejor que me ha pasado, y por lo que daría la vida. Nora Fernández, TE AMO.
Él, era lo que hacia que yo fuera perfecta, porque él era la perfección.
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