miércoles, 8 de junio de 2011

Capitulo 13


¡GRACIAS!.
Bueno, antes de empezar esta historia, que sé que estáis deseosos, quiero daros las gracias a todos y todas que seguís mi historia, que de verdad, para mí es un triunfo que en una semana, que es lo que llevo escribiendo esta historia, halla causado tanto triunfo. Gracias por los que me apoyan, por los que leen la historia, por las personas que están super pendientes para cuándo estará el próximo capítulo. Por esas personas y más, GRACIAS, sin vosotros, yo no estaría haciendo esta historia, preciosa, por cierto.
UN BESAAAAAAAZO A TOD@S :D
Y ahora, sin mas demora:
Capitulo 13:
Subí corriedo las escaleras. Dejé toda la ropa en el suelo. De nuevo estaba tumbada, abrazada al pañuelo que me regaló y mirando al techo. Ya no existía nada que me tranquilizase. Necesitaba besar a Dani, pero visto lo visto, sería mejor que me fuese olvidando...
Como me pillase mi madre, me mataba, incluso sería capaz de mudarse sólo para que yo no viese a ese chico. Mi cabeza era un mar de dudas, y acababa de llegar de un fin de semana dónde trás mucho tiempo, se me había organizado todo. Pero fue escuchar las palabras de mi madre, y volverme a derrumbar, y no saber que hacer. ¿Debería dejar a Dani y buscar la felicidad en otro lugar? Sería lo mejor.
No podía seguir torturandome de esta manera, es más, preferiria tenerle lejos y no moverme de la ciudad, porque así sé que cuándo lo necesitase, él iba a estar a unos pocos kilómetros.
Estaba todo decidido. Creía que lo mejor sería dejarlo. Le quería, más que a mi propia vida. Sé que daría todo por estar con él, pero por eso mismo, sería mejor seguir cada uno su camino.
Le envié un mensaje. "Dani, te veo a las 8 en el parque de al lado de mi manzana, necesito contarte una cosa."
Me pensé mucho mi decisión antes de dar al botón de enviar, pero necesitaba hacerlo, era lo mejor.
No me puse gran cosa, ya que hacía mucho frío y todo estaba por el suelo de cuándo lo había tirado en las escaleras.
Me puse una sudadera, unos vaqueros y las mismas converse que antes.
En el pelo, opté por recogermelo con una coleta.
Después de eso, bajé por las escaleras.
-Mamá, me voy a dar una vuelta. - Dije. Nadie me contestó. Abrí la puerta, y sali.
Me dirigía a paso lento y dandole patadas a una piedra. Aún estaba a tiempo de reaccionar y escaparme al fin del mundo con él. Pero no podía estar huyendo toda la vida de la verdad. Tenía que enfrentarme a los acontecimientos.
Ahí estaba. Con su chaqueta de cuero, camisa verde apretada, se le notaban todos los pectorales, y sus pantalones pitillo. Era precioso, más no podia serlo. Me iba acercando y su sonrisa aumentaba a medida que me acercaba él. Pero se le borró cuándo me puse delante de él y no él besé.
-¿No me vas a saludar? - Me preguntó. Le volvió la sonrisa pícara.
-No. - Le dije seriamente y no perdiendo la cordura. En ese momento, su sonrisa se borró.
-¿No? - Preguntó.
-No. - Volví a repetir.
-Vale, ahora. ¿Por qué?
-Dani, tenemos que dejarlo.
-¡¿Dejarlo!? ¿Estás loca Nora?
-No. Necesito dejarlo, lo siento. - Mis ojos se inundaron de lágrimas a la vez que los suyos. Empezó a gotear.
-¿Pero por qué?
-Mi madre sabe que estoy saliendo contigo, y no lo consiente. Si no te dejo, nos tenemos que mudar. Prefiero dejarlo y saber que te puedo ver en segundos a no volverte a ver en la vida.
-¿Por esa simple razón? - Dijo llorando de impotencia, mientras la tromba
de agua caía encima de nosotros.
-Sí, lo siento. - No podía llorar más. Estaba destrozada. Jamás pensé que esto me iba a costar tanto. - Adiós. - Le dije.
Me dispuse a irme. Estaba allí. En el fondo. En ese instante, me dí cuenta que tenía que volver a por él. Podría ser por dos razones:
1-Darle el collar que me dió el día anterior.
2-Salir corriendo a besarle como jamás lo había echo.
Estaba a metros, y aún no sabía que iba a hacer.
Pincha aquí para ver esta foto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario